“El tiempo va diluyendo las esperanzas de hallarla con vida, duele pero es así”

“El tiempo va diluyendo las esperanzas de hallarla con vida, duele pero es así. Más allá de que con mucho dolor creemos que no está viva, necesitamos encontrarla, encontrar su cuerpo para cerrar el duelo que nos va consumiendo lentamente y después será hora de pedir justicia”, manifestó su hija, Claudia Betancur.
Reconoció sentirse “cansada y hasta decepcionada, transitando una etapa de mucho desgaste físico y emocional”. Decidieron hacer una misa hoy a las 20, en la Catedral de Posadas, con el objetivo de “recordarla (a su madre), demostrar que la búsqueda no cesó pero sobre todo conectarnos espiritualmente para conseguir la fuerza que nos permita seguir insistiendo con la misma intensidad que desde el principio”.
En todo este tiempo, los hijos de Aída recorrieron cinco provincias detrás de pistas que se fueron cayendo con el correr de los meses e imposibilitó obtener un indicio sobre su paradero. “No sabemos que pensar” coinciden, aunque desde hace tiempo se instaló en la hipótesis de que la mujer fue víctima de una red de trata.
“Creemos que mi mamá estuvo en el lugar y momento equivocado y vio algo que no tenía que ver o salió en defensa de alguien, por eso la llevaron o la mataron. Sostenemos eso en base a su última aparición con vida en un comercio posadeño cercano al hospital de pediatría, pero lamentablemente nunca se avanzó judicialmente sobre esa pista”, lamentó Claudia, asegurando que “la investigación está parada, no hay nada nuevo que apunte hacia alguna dirección y más allá de eso, hasta perdimos comunicación con el juez (de Instrucción Dos, César Yaya).
La mujer nota un desinterés generalizado sobre su caso, pero insiste que la comunidad aporte datos sobre la desaparición de Aída esta noche. Una hora antes de la misa, tanto Claudia como sus hermanos, hijos y sobrinos, van a repartir folletos sobre la búsqueda de la mujer en los que estarán explicitados algunos datos a tener en cuenta sobre su contextura física y números de teléfonos a los cuales comunicarse. También alertarán sobre la trata de personas y la forma en que operan las redes de tráfico.
“Estoy decepcionada de muchos funcionarios y autoridades con quienes me reuní para pedir ayuda pero me sugirieron indirectamente que deje de buscar o hablar de las redes de trata. En su momento pase por etapas de mucho miedo que me desgastaron pero las superé y voy a seguir insistiendo con los recaudos necesarios para no exponer a mi familia” manifestó.
En el instante final de la charla, Claudia lamentó que no existe interés en hallar a los desaparecidos en Misiones.
“Son muchos desaparecidos en esta provincia, con familias desgastadas que seguimos porque nos consolamos mutuamente. El común denominador en Misiones es que tratan de archivar los casos mientras que las familias se mueren buscando”.