Una bolsa de residuos contenía jeringas usadas que terminaron clavadas en la mano de un recolector de residuos de Eldorado. Debido a este incidente, el hombre terminó en emergencias por los dolores.
Sobre este tema, el encargado del personal de recolección de residuos de Eldorado, Jorge Godoy, contó que el empleado “fue atendido en el hospital SAMIC, donde solamente le sacaron sangre para un posterior análisis, no le dieron recetas ni nada”. Explicó que durante la noche del martes “tuvimos que llevarlo de nuevo a emergencias del hospital, donde le recetaron algunos calmantes”. Aclaró que “se hicieron todos los informes correspondientes y veremos cómo sigue este tema”.
En cuanto al estado de esta persona que recibió el pinchazo, detalló que “me llamó un delegado gremial y me dice que tenía la mano muy dolorida, con fiebre en esa parte. Ahí fue cuando lo llevaron para ser atendido primero en una salita y después sí en el hospital”. El trabajador de Eldorado se encuentra en licencia médica y “esto va a llevar varios días hasta que pase el dolor en la mano”, agregó.
Godoy aclaró que en la protección del personal de recolección “no tenemos un guante específico para aguantar una aguja de una jeringa, porque es algo punzante y atraviesa hasta un guante de cuero”. Remarcó que este tipo de labor con los residuos “es sumamente peligroso, porque se prenden por las bolsas”.
Acerca de cómo pudo suceder este incidente, señaló que “acá el error es de los vecinos que dejan al descubierto una aguja y ya tuvimos esto en varias ocasiones”.
Para seguridad, los recolectores “tienen zapatones, guantes táctiles que ocupan para la flexibilidad de las manos, ya que trabajan durante todo el día”, agregó.
Recordó que con residuos del tipo patológico “también lo hacemos, pero todo organizado y como corresponde. Hay gente que cumple y otros vecinos se equivocan, dejan los residuos con jeringas en bolsas abiertas”.
En el caso de tener que retirarse este tipo de residuos, el encargado del personal de recolección de residuos en Eldorado indicó que “en lo patológico se hace en hospitales, sanatorios y las diferentes clínicas. Estas se organizan en las bolsas que corresponden y que pide AESA. Todo eso viene muy bien preparado para retirarse y llevarse al basural del kilómetro 18”.
Fuente: Primera Edición