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Claudio “el Mono” Minnicelli, cuñado del ex ministro Julio De Vido, lleva 170 días prófugo de la Justicia. A pesar de los más de 5 meses que distan del 25 de octubre, cuando el juez Marcelo Aguinsky ordenó su pedido de captura nacional e internacional, las autoridades sólo se hicieron de dos pistas firmes sobre su paradero. Pero no lo encontraron.
Sus abogados defensores siguen confiando en que la Justicia pueda otorgarle la eximición de prisión al prófugo bon vivant y adicto a las redes sociales con fuertes lazos con el kirchnerismo.
Una de las tantas selfies que "el Mono" subía a Instagram (Foto DyN)
En la causa por contrabando aduanero, más conocida como “mafia delos contenedores”, Minnicelli está acusado de formar parte de una asociación ilícita junto al empresario Oldemar “Cuqui” Barreiro Laborda y el ex jefe de la Aduana de Buenos Aires, Edgardo Paolucci. A ellos y otras nueve personas se los acusa de haber adulterado documentación y datos de contenedores que estaban en el puerto porteño bajo la mira de la Justicia.
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El primer dato concreto que llegó a la Policía Metropolitana para atraparlo fue en diciembre pasado: “el Mono” estaría en su propia casa, en Honduras al 5600, Palermo Hollywood.
El juez de la causa ordenó el allanamiento de inmediato. Como era de esperar, dio negativo. El día en que se dio a conocer que era buscado por la Policía también se lo había visto desayunando en un conocido bar palermitano. Y la noche anterior a convertirse en prófugo, “el Mono” subió su última y excéntrica foto a Instagram. “Mesa grande hoy!!! Carne braseada, con papas, batatas y ensaladas!! Ahh y un vinito…”, escribió en el posteo.
La última cena
El Comando Federal de Recaptura de Evadidos (Cufre), a cargo de la búsqueda de Minnicelli, fue relanzado hace un año por la ministra Patricia Bullrich y quedó bajo la órbita de la Secretaría de Seguridad. La propia Bullrich está tras “la pista Minnicelli”. Pero el resultado sigue siendo negativo.
El pedido de eximición de prisión que presentó la defensa el 26 de octubre fue rechazado por Aguinsky y, tras ser apelado ante la Cámara en lo Penal Económico, llegó a Casación Federal. Allí también se frenó su curso. La desestimación tuvo que ver con que “no era procedente”. El argumento de la Justicia fue inobjetable: Minnicelli, libre, podía entorpecer la investigación.
Los abogados sostuvieron que el hecho de que la mayoría de los detenidos ya recuperaron su libertad (Barreiro Laborda y Federico Tiscornia tienen prisión domiciliaria) es una señal a su favor y aún no descartaron volver a presentar otro pedido de eximición de prisión.
La segunda pista firme para dar con “el Mono” salió a la luz el 18 de febrero a través de un diario de Entre Ríos que decía que “había llegado a la localidad de Colón una comitiva policial” para encontrarlo. La publicación enojó a los investigadores, la creyeron “una ayuda para que el prófugo cruce a Uruguay”.
La nota hasta precisaba que la búsqueda de Minnicelli se centraba en la costa del río Uruguay. Sea como fuere, “el Mono” sigue suelto.
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