La eliminación de las Letras de Liquidez (LEFIs) provocó una inyección de $10 billones en el sistema financiero que generó una baja significativa en las tasas de interés de instrumentos en pesos como cauciones, Lecaps y plazos fijos.
Esta medida, impulsada por el Banco Central como parte de su estrategia de normalización monetaria, generó un fuerte reacomodamiento en la curva de rendimientos en moneda local.
El 10 de julio pasado, el BCRA dejó de ofrecer las LEFIs a los bancos, lo que obligó a las entidades a redirigir esa liquidez hacia otras herramientas financieras. Según la consultora 1816, este movimiento elevó la base monetaria de $33 a $43 billones y desplomó la tasa de caución a un día del 33,5% al 17%, generando presión sobre el tipo de cambio.
El economista José Ignacio Bano explicó que, ante la desaparición de este instrumento, los tesoreros bancarios buscaron alternativas similares, lo que provocó una sobredemanda de cauciones y una caída abrupta en sus tasas. “Lo mismo sucedió en el tramo corto de las Lecaps”, indicó.
Para Leonardo Anzalone, director del CEPEC, el objetivo del Gobierno con esta medida es permitir que las tasas se definan libremente sin intervención del BCRA, lo que derivó en la actual baja de rendimientos para los depósitos a plazo y otros instrumentos. “Es probable que este movimiento continúe de forma gradual”, señaló.
Actualmente, la Tasa Nominal Anual (TNA) de los plazos fijos ronda entre el 27% y el 30%, dependiendo de la entidad. Banco Galicia Más lidera el ranking con 30,25%, seguido por Credicoop y BBVA (29,5%), y otros como Banco Ciudad, Provincia y Nación con tasas en torno al 28-29%.
Por otro lado, las cauciones bursátiles se ubican cerca del 15% TNA, una caída pronunciada respecto a semanas anteriores. En cuanto a los fondos Money Market, que respaldan los rendimientos de las billeteras virtuales, la TNA actual ronda el 26%, aunque se espera una reducción progresiva en los próximos días.
En cuanto al escenario futuro, Bano anticipa tasas más bajas que hace un mes, aunque por encima del piso alcanzado el último viernes. Destacó tres factores clave que presionan a la baja: la proyección de una inflación inferior al 2% para junio, la liquidez excedente en el mercado y el recorrido pendiente de ajuste en la curva de pesos.
Para Anzalone, esta política no sólo acompaña la desinflación, sino que también alienta el crecimiento económico. “Al bajar las tasas, se abarata el crédito para familias y empresas, lo que canaliza los pesos hacia el crédito productivo y contribuye a una recuperación más sólida”, concluyó.
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