Más allá de las molestias en personas sensibles y en animales domésticos, las autoridades advirtieron sobre el impacto directo que la pirotecnia sonora genera en la fauna silvestre.
Desde el Municipio de Posadas recuerdan que se encuentra habilitado un número telefónico para realizar denuncias, tanto por el uso indebido como por la venta ilegal de pirotecnia sonora en comercios.
El director de Fiscalización de Seguridad y Control Urbano, Pedro Meza, explicó que durante esta época del año se intensifican los controles y la concientización. Señaló que la normativa es clara respecto a qué tipos de artefactos están permitidos y cuáles se encuentran expresamente prohibidos, con el objetivo de reducir el impacto sonoro en la comunidad.
Meza indicó que solo están autorizados los elementos que producen efectos lumínicos o fumígenos, mientras que quedan fuera de la ordenanza todos aquellos que generan explosiones o fuertes estruendos. En ese sentido, remarcó que “lo que está prohibido son las bombas, petardos y cualquier artefacto que produzca grandes ruidos”, y subrayó que la responsabilidad no recae únicamente en quien los utiliza, sino también en quienes los comercializan.
Desde el área de Fiscalización destacaron que el cumplimiento de la norma implica un compromiso compartido entre vendedores y consumidores, y que el uso responsable debe estar atravesado por la empatía con el resto de la población. El funcionario sostuvo que es fundamental que quienes decidan utilizar pirotecnia tengan en cuenta el daño que puede ocasionar en otras personas.
También recordó que incluso sonidos de menor intensidad pueden provocar fuertes desregulaciones en personas con autismo, mientras que los estruendos de alto impacto sonoro pueden desencadenar crisis que no se resuelven de manera inmediata. Además, nuestras propias mascotas domésticas pueden verse dañadas o severamente estresadas.
La pirotecnia sonora destruye la fauna
Más allá de las molestias en personas sensibles y en animales domésticos, las autoridades advirtieron sobre el impacto directo que la pirotecnia sonora genera en la fauna silvestre, especialmente en una provincia como Misiones, donde la selva convive con los entornos urbanos. Los registros oficiales indican que este período del año concentra históricamente la mayor cantidad de casos vinculados al uso de estos artefactos.
La experiencia en territorio demuestra que las detonaciones provocan episodios de estrés agudo, huidas descontroladas y abandono de nidos y crías, además de colisiones que pueden derivar en lesiones graves o incluso la muerte de animales. Las aves son uno de los grupos más afectados, ya que el sobresalto auditivo desencadena vuelos repentinos y desorientados que terminan en choques contra edificaciones y otras estructuras urbanas.
En el caso de los mamíferos, se han documentado cuadros de taquicardia, heridas severas y muertes por shock, consecuencias que evidencian el daño real que producen los ruidos extremos. Desde los organismos de control subrayaron que Misiones es una selva viva, incluso dentro de los límites de las ciudades, por lo que estas prácticas generan pérdidas concretas en el ecosistema.
A este escenario se suma el riesgo de incendios forestales, ya que los restos de pirotecnia y los globos de luz encendidos pueden convertirse en focos de ignición, especialmente en contextos de altas temperaturas y baja humedad. Esta situación coincide con los reportes emitidos por el Sistema de Alerta Temprana de Incendios de la provincia.









