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El Tribunal Supremo italiano sentenció hoy a 16 años de cárcel al ex capitán Francesco Schettino por el naufragio del crucero Costa Concordia, en el que en enero de 2012 murieron 32 personas. Schettino, que aguardaba por el fallo en libertad, empezará a cumplir la condena inmediatamente.
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El capitán había sido condenado el 11 de febrero de 2015 a una pena de 16 años y un mes -confirmada en segunda instancia- por los delitos de naufragio culposo, homicidio culposo, abandono de la nave y por “no haber informado inmediatamente” a las autoridades portuarias de la colisión contra el escollo que provocó el trágico accidente. Estas sentencias fueron recurridas por Schettino, quien esperó en libertad que su condena quedara firme por decisión del Tribunal Supremo.
El Costa Concordia, la noche de la tragedia (AP).
El abogado del ex capitán, Saverio Senese, había asegurado horas antes de que se conociera la decisión final que “en la pésima hipótesis de que fuera condenado”, Schettino iría “inmediatamente a la cárcel” para comenzar a cumplir condena. El proceso comenzó en julio de 2013 y tenía al ex capitán era el único acusado, ya que el resto de imputados habían pactado sus penas de 23 meses y 18 meses en un juicio paralelo.
Desde el naufragio, el responsable de la tragedia permaneció en su residencia de Meta di Sorrento, Nápoles, donde se dedicó a escribir un libro llamado Le veritá sommerse (Las verdades sumergidas), en el que reconstruyó los hechos. El italiano dijo en varias oportunidades que no quiso abandonar el barco, cambiando varias versiones sobre lo que ocurrió aquella noche y sin explicar por qué se encontraba ya a salvo en un hotel de la isla del Giglio mientras cientos de personas intentaban abandonar el crucero que se hundía.
Los restos del navío permanecieron dos años varados frente a la isla del Giglio. (ANSA)
Los hechos ocurrieron la noche del 13 de enero de 2012, cuando el Costa Concordia, en el que viajaban 4.229 personas, encalló frente a los rocosos acantilados de la isla toscana del Giglio, adonde Schettino se había acercado para cumplir con la tradición marinera de “saludar” a la costa. El episodio costó la vida de 32 personas y causó 64 heridos, además de dejar los restos del barco durante dos años varados ante la isla.
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