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El de ayer era un día especial para Guillermo Torres (45). Uno de sus tres hijos iba a cumplir años. Pero los festejos que planeó la familia quedaron en la nada cuando al hombre lo asesinaron durante un asalto en la remisería donde trabajaba.
Todo ocurrió cerca de las 4 de la madrugada de ayer, cuando tres ladrones sorprendieron a los empleados de la agencia “La Plaza”, ubicada en 9 de Julio al 7600, en José León Suárez (San Martín). Los choferes y el telefonista se encontraban descansando con las luces apagadas cuando un hombre de unos 35 años abrió la puerta y los amenazó con un arma. Otros dos, al parecer menores, se quedaron afuera haciendo “de campana”.
En ese momento, Guillermo se encontraba sentado en un sillón y no dudó en entregarle al asaltante las llaves de su auto, el celular y el dinero que tenía encima. Sus cuatro compañeros hicieron lo mismo. “Pero no se iban. Querían más plata. Estuvieron como diez minutos”, dijo uno de los remiseros a Crónica TV.
En la agencia la tensión era máxima. El ladrón gatilló tres o cuatro veces. “No le salían los disparos y hasta se le desarmó el revólver”, agregó el empleado. Antes de huir, el que había entrado y los dos “campanas” se cruzaron con un chofer que llegaba, le pidieron plata y las llaves de su Chevrolet Corsa violeta. Aunque les dió todo, uno de los ladrones giró y disparó hacia adentro del local. La bala atravesó la vidriera y terminó en la frente de Guillermo.
Los tres ladrones escaparon en el Corsa, que luego apareció abandonado en Alfonsina Storni y 1° de agosto, a tres cuadras de la agencia. Según los remiseros, la Policía “tardó varios minutos en llegar” y cuando llamaron les dijeron que esa no era su jurisdicción.. Fuentes policiales dijeron a Clarín que el Comando de Patrullas tomó intervención a las 4.30.
Como la ambulancia tampoco llegaba -aseguran que demoró más de 40 minutos-, los compañeros de Guilermo intentaron trasladarlo al hospital en un auto. Pero ya estaba muerto.
Uno de los remiseros salió a perseguir a los ladrones. En el camino, se cruzó con un móvil del CPC y, según dijo, éste tampoco quiso ayudarlo. Por eso, en la Municipalidad de San Martín empezaron a investigar lo ocurrido para hacer una denuncia. Y volvieron a pedir que las fuerzas federales, que llegaron hace tres meses al distrito, “patrullen los barrios complejos y dejen las plazas, centros comerciales y avenidas”.
En la remisería nadie entiende por qué los ladrones dispararon. Según informaron fuentes policiales a Clarín, cuando llegó el chofer que se encontró con los ladrones en la puerta “hubo una discusión”. Pero en la agencia negaron esa versión. “Acá nadie se quiso hacer el héroe. Nadie se resistó. Estaban muy nerviosos”, apuntó una de las víctimas.
Los choferes definieron a Guillermo como una persona muy querida por todos. “Era muy gracioso y laburador. Excelente ser humano, bárbaro con sus hijos. Los llevaba a jugar al fútbol, a ver a River”, contó uno de ellos. Ayer, la remisería se encontraba “cerrada por duelo”. Y uno de los encargados dijo que ahora van a “tener que cambiar la forma de trabajar”.
La víctima vivía con su esposa y sus tres hijos en Malvinas Argentinas y José Ingenieros, a diez cuadras de la agencia, siempre en San Martín. Ayer a la tarde, más de 20 personas estaban reunidas en la casa, visiblemente dolidas.
Al cierre de esta edición no había detenidos. Los investigadores seguían la pista de tres sospechosos que fueron registrados por una cámara del municipio cruzando un puente peatonal que pasa sobre el canal José Ingenieros hacia el barrio Libertador. El caso es investigado por la Fiscalía N° 5 de San Martín.w
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