“A pesar que estamos en cuarentena, me ingenié y sigo entrenando, este tiempo difícil ya va pasar, tenemos que ser pacientes y tener los objetivos claros para ser un deportista profesional. No hay que bajar los brazos nunca”, comentó Agustín Da Silva, un deportista misionero que tiene un objetivo claro, llegar lo más lejos posible con el atletismo.
Muchas medallas ya tiene en su poder, pero uno de los recuerdos que le quedará marcado en su carrera es haberse reinventado para entrenar desde su casa y no perder el ritmo de competencia. “Todo esto lo tomé como un trabajo y siempre que me propuse algo trate de hacerlo de la mejor manera, sigo entrenando para correr a un ritmo rápido”, comentó decidido, mientras espera con ansias su turno para entrenar en el Centro Provincial de Alto Rendimiento Deportivo (Cepard).
Durante la cuarentena, el joven jamás dejó de entrenar y se las ingenio en el patio de su casa “estuve trotando todo el tiempo, haciendo ejercicios en casa, y también aproveché el tiempo para informarme sobre el deporte, investigar sobre la alimentación y el descanso que hay que tener”, añadió
El oriundo de Oberá se encuentra actualmente entrenando en el Club AEMO de la capital del Monte “cuando arranque me costó un poco la oxigenación, pero desde la parte física estaba muy bien, ya que nunca deje de entrenar. Trabajé mucho en el fortalecimiento en variados ejercicios, en unos días más ya voy a estar muy bien”, confesó Da Silva.
La motivación para un deportista es fundamental, el misionero quiere seguir creciendo y no se conforma con lo que ha conseguido hasta ahora, quiere más. “no importa que no se compita este año, hay que entrenar para estar bien cuando se retomen las competencias. Miro el pasado y veo el crecimiento que tuve”, dijo