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El 1 de septiembre de 2016, Argentina y Brasil estrenaron técnicos en la séptima fecha de las Eliminatorias. Edgardo Bauza reemplazó al desgastado Gerardo Martino, que había dejado a Lionel Messi y compañía en el tercer puesto de la tabla, a dos puntos de Ecuador y Uruguay. Tite, por su parte, asumió en el Scratch para torcer la historia de un equipo que dirigía Dunga, que no daba pie con bola y que estaba sexto, fuera de la zona de Repechaje. Argentina sonreía, Brasil sufría…
De la mano de Neymar, Brasil se floreó y ya está en el Mundial
Cambia, todo cambia. Porque el presente encuentra a Brasil en lo más alto y a la Argentina navegando en un mar de dudas. A Brasil disfrutando de Neymar, a Argentina cuestionando al suspendido Messi. A Tite, que metió mano en el plantel, con un equipo nuevo y que sabe a qué juega de local y de visitante. A Bauza, que prometió convocar a los mejores, todavía apostando por la vieja guardia. Polos opuestos.
Brasil, que había dado pena en la Copa América Centenario, en la que fue eliminado por Perú, y que no encontraba el rumbo en las Eliminatorias, cambió a tiempo. Tite asumió y sorprendió en su debut: 3 a 0 ante Ecuador en la altura de Quito. Desde entonces hilvanó siete victorias consecutivas, con partidos de alto vuelo. Bailó a la Argentina (3 a 0) como local; aplastó a Uruguay (4 a 1) como visitante.
La reacción de Tité al enterarse en plena conferencia de prensa de la clasificación de Brasil
Con Tite, Brasil logró los 24 puntos que disputó y sus números asustan: hizo 24 goles y recibió apenas dos. El juego de Neymar creció a partir de la llegada del nuevo DT: hizo seis tantos cuando no había hecho ni uno con Dunga.
Bauza pierde partidos y respaldo: ya se vuelve a hablar de Sampaoli
¿Qué pasó con Argentina? Todo lo contrario. Bauza aprobó su primer y complicado examen: 1 a 0 frente a Uruguay. Pero esa luz de esperanza se fue apagando lentamente. La alarma sonó con fuerza luego de los empates de visitante contra los dos últimos de la tabla (Venezuela y Perú). Las derrotas con Paraguay y Brasil asomaron una preocupación que fue disimulada por el triunfo contra Colombia.
Argentina y Bauza se esperanzaron con el pálido y triste triunfo contra Chile, pero la caída en la altura de La Paz devolvió al equipo de Bauza a la realidad. De tercero a quinto. Irregular, como la campaña del Patón. Con Bauza, Argentina convirtió solo nueves goles en ocho partidos -Messi se anotó con tres- y Sergio Romero la fue a buscar al fondo del arco en 10 oportunidades. Y encima no tendrá a la Pulga por tres encuentros…
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