El argentino acordó jugar para la franquicia texana durante la temporada que empieza en las próximas horas
El desembarco de Facundo Campazzo a Dallas Mavericks se confirmó este martes de manera oficial, según comunicó la franquicia en sus redes sociales. El acuerdo entre el base argentino y la franquicia texana será por un año y algo más de 2.000.000 de dólares. El base argentino ya recorrió las instalaciones de la franquicia, acompañado por su amigo Luka Doncic, y se convertirá en el segundo argentino en militar allí desde que lo hiciera Nicolás Brussino, que disputó 54 partidos en la temporada 2016/17. La 2022/23 de la NBA para los Mavs arrancará este miércoles cuando se enfrenten a Phoenix Suns.
“La adquisición es crucial por varias razones”, indicó el equipo en su sitio oficial, al momento de informar sobre la firma de su contrato y destacar sus características. “Primero, le otorga a los Mavericks otro jugador hábil con la pelota que puede crear chances para sus compañeros, algo que le faltaba a un equipo que tiene gran profundidad en otras áreas. Además, Campazzo tiene una excelente reputación en el vestuario y debería encajar bien con los Mavericks. Es pequeño, su altura es de 5′11″ [1,80m], pero eso nunca fue un detrimento para el argentino en el pasado”, aseveró.
La historia de Campazzo en la NBA continuará. El cordobés proviene de Denver Nuggets, donde jugó en las últimas dos temporadas hasta convertirse en agente libre. El exbase de Real Madrid será dirigido por un exjugador que se desempeñó en el mismo puesto: Jason Kidd es el actual head Coach de los Mavs, que cuentan con la figura estelar de Luka Doncic. El esloveno volverá a ser compañero de Campazzo, como ya lo hicieron entre las temporadas 2015-2018 en el equipo madridista, y usará la número 2, el mismo que su entrenador usó en la temporada 2010/11, en la que fue campeón con la misma franquicia.
Una de las primeras y más prominentes figuras del básquetbol argentino en hacerse eco de la noticia fue Andrés “Chapu” Nocioni, histórico ex alero de extensa trayectoria en Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia 76ers, que le escribió desde su cuenta de Twitter: “Felicitaciones por esta nueva oportunidad. A dejar el corazón como hiciste desde el día en que te conocí. ¡Te estaremos bancando desde acá!”, lo incentivó el integrante de la Generación Dorada que fue compañero de Campazzo en los Juegos Olímpicos Río 2016.
El entrenador Jason Kidd tendrá una buena cantidad de perimetrales, porque también hay que tener en cuenta que tiene a Tim Hardaway Jr., Theo Pinson, Jaden Hardy, Josh Green y Reggie Bullock. Más allá de esta variedad de recursos, el técnico de los Mavericks ya comentó que la segunda unidad estará liderada por Dinwiddie y que tendrá también a Hardaway Jr, Kleber y Wood. Por lo tanto, la lucha de Campazzo por meterse allí no será para nada sencilla. En este escenario, se presume que será integrante de una tercera unidad que debe estar atenta para aprovechar oportunidades, por lesiones, problemas de faltas o falta de confianza o rendimiento de quienes estén por delante.
Uno de los puntos fuertes de este posible desembarco es la relación de Campazzo con Luka Doncic, amo y señor de los Mavericks. El esloveno fue compañero del cordobés en Real Madrid, tienen una gran relación y confía muchísimo en todo lo que el argentino puede darle al equipo. Incluso, algunos medios locales entienden que Doncic considera que puede ser Campazzo el que le permita tomar más minutos de descanso y hasta que pueden compartir cancha para compartir el control del balón.
Está claro que no es el mejor escenario para Campazzo, que de haber aceptado ofertas de Europa hubiera ganado más dinero y podría haber tenido más protagonismo que el que se espera que tenga en los Mavericks. Pero también es cierto que llegó con condiciones similares a los Nuggets y estuvo preparado cuando Malone, entrenador de Denver, tuvo que recurrir a él por la lesión de Jamal Murray, lo que le permitió conducir al equipo y hasta ser parte del quinteto inicial en los playoffs.
Esta chance de Campazzo en los Mavericks, que sería la tercera temporada del argentino en la NBA, también le permitirán acceder a varios beneficios cuando se retire. En el sitio español Gigantes, explican que desde 1965, la liga de los Estados Unidos cuenta con un sistema de pensiones vitalicias para jugadores retirados. La edad mínima para acceder a este ingreso es de 45 años, mientras que el tope es de 62. Las condiciones sólo exigen que el jugador haya disputado al menos un partido en la temporada. Esto quiere decir que si jugó tres juegos en tres temporadas distintas tiene derecho a la pensión.
Este no es el único beneficio con el que cuentan los jugadores que jugaron al menos tres temporadas en la NBA, también pueden acceder a coberturas de salud que aumentan cuanto más experiencia tenga el jugador. Se trata de una póliza que incluye a su pareja e hijos. También derecho a recibir hasta 30.000 dólares anuales en concepto de reembolsos por matrícula universitaria y programas de transición profesional, pensados para afrontar la vida después del retiro.
En el caso de Campazzo, el monto de la pensión vitalicia dependerá de la cantidad de temporadas que el juegue en la NBA: si sólo son estos tres años, empezaría a cobrar a los 62 años y percibiría unos 56.988 dólares anuales. En cambio, si juega en la NBA por más de una década, ese cifra podría subir hasta los 200.000 dólares al año. A través del nuevo convenio colectivo de 2011 que frenó la suspensión de la temporada, se decidió destinar un 1% del BRI (Ingresos Relacionados con el Básquetbol) a la financiación de las pensiones. En 2016, por ejemplo, el pago a estos pensionistas fue de 20 millones de dólares, repartidos entre 520 jugadores retirados.
Pero las cuestiones de dinero no son un punto central para Campazzo, como sí lo es su deseo por permanecer en la liga más poderosa del planeta y poder demostrar definitivamente que pertenece a esa elite es más fuerte que cualquier billete en juego. Por lo tanto, el desafío del cordobés es volver a generar el impacto que logró en su primera temporada en Denver. Ya demostró que los imposibles no comulgan con su personalidad.
