[ad_1]
Durante la semana su nombre volvió a resonar por motivos ajenos a su rendimiento deportivo, tras la publicación de una foto en la que se veía a Maximiliano López (exmarido de su esposa, Wanda Nara) junto a Lionel Messi y Javier Mascherano y las conjeturas respecto a su no convocatoria a la Selección como consecuencia de esa relación cercana. Mauro Icardi eligió el silencio cuando fue consultado sobre el tema, pero unas horas después habló en la cancha: el delantero anotó uno de los goles de Inter ante Milan, pero a su equipo se le escapó un clásico vibrante que terminó empatado 2 a 2.
La 218ª edición del derbi de la Madonnina (se lo llama así por el nombre con el que se conoce a la estatua de la Asunción de la Virgen, que se encuentra en la Catedral de la ciudad) tenía un condimento extra: el jueves Silvio Berlusconi había confirmado la venta del 99,93 por ciento del paquete accionario de Milan al grupo chino Rossoneri Sport Investment Lux a cambio de 740 millones de euros. Eso le daba un tinte definitivamente asiático al choque, ya que Inter pertenece en un 70 por ciento al grupo chino Suning Commerce Group y en un 30 por ciento al empresario indonesio Erick Tohir.
Alejados de gestiones comerciales de los magnates que controlan los clubes de la ciudad, los simpatizantes de Inter fueron los primeros en celebrar en el Giuseppe Meazza. Tras un arranque de partido complicado, en el que Milan fue superior y dispuso de un par de chances para adelantarse (entre ellas, un remate del español Gerard Deulofeu que fue repelido por el poste izquierdo del arco defendido por Samir Handanovic), el conjunto dirigido por Stefano Pioli hizo pie y marcó la diferencia.
A los 36 minutos abrió el marcador aprovechando un error compartido en la defensa rival: tras un pelotazo frontal muy largo de Roberto Gagliardini, Mattia De Sciglio dudó, el joven Gianluigi Donnarumma no salió y Antonio Candreva definió con un derechazo cruzado que encima de la cabeza del arquero.
A un minuto del entretiempo, el capitán se dio el gusto de gritar su primer gol en un clásico de la ciudad: el croata Ivan Perisic ganó en velocidad por la izquierda y despachó el centro rasante en el momento justo para que Icardi solo tuviera que empujarla en el borde del área chica.
En el complemento el Rossonero, que contó con José Sosa (fue titular y salió a los 30 minutos del segundo tiempo) y Lucas Ocampos (ingresó cuando restaban nueve minutos) empujó y consiguió descontar a los 37 minutos a través de Alessio Romagnoli.
Parecía que hasta allí llegaría la remontada, pero en el séptimo minuto de descuento (el árbitro Daniele Orsato había señalado inicialmente cinco de adición) y luego de un córner desde la derecha y una floja salida de Handanovic, el colombiano Cristian Zapata empujó el segundo palo y le regaló el festejo más grande del clásico a los rossoneri. La rostro de Icardi con la decepción tatuada fue la postal de los nerazzurri.
[ad_2]
Fuente