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Juan Martín Del Potro arrancó de muy buen modo su partido ante Yuichi Sugita, que marca el comienzo de su temporada de polvo ladrillo. Después de un comienzo parejo, el argentino impuso la potencia de su juego para sellar el 6-1 en el primer capítulo, en apenas 28 minutos.
En los primeros games, el oriental se mostró como un rival de cuidado. Buscaba pelotas profundas e intentaba hacer pegar la derecha incómodo a Del Potro. Pero el argentino no perdió la línea y esperó su momento para marcar diferencias.
En el tercer game, el argentino aprovechó la potencia de su derecha y algunos errores del japonés para conseguir el primer quiebre. Y después, más allá de algún temblor con su servicio del que consiguió zafar sin mayores inconvenientes, encadenó dos breaks más para cerrar el parcial inicial con un contundente 6-1.
La temporada de Del Potro ya empezó, pero tan cierta es esa afirmación como lo es que hoy arranca una nueva. Para el argentino, a contramano del común de los argentinos, el polvo de ladrillo no es un aliado ni mucho menos. Por eso, con su enfrentamiento contra el japonés Yuichi Sugita por la segunda ronda del ATP 250 de Estoril, desanda un nuevo camino. Aunque los siempre certeros números líneas más abajo lo disfracen, Delpo decía con mucha lógica en las horas previas al debut: “La temporada de tierra para mí es la más difícil, la que más me cuesta jugar”. Por eso, define a este torneo como “un gran desafío” y también se esperanza: “Siempre que vine a Estoril, después me fue bien en la temporada de tierra; espero que vuelva a pasar”.
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Antes de conversar con los medios, Del Potro estuvo entrenándose con Richard Gasquet. En ese choque de planetas, una de las mejores derechas del circuito se cruzó con uno de los reveses mejor armados. Sobre ese golpe gaudiano que tiene el francés bromeó el campeón de la Copa Davis: “El entrenamiento fue muy bueno, había muchos fans viendo y fue muy divertido. Richard tiene uno de los reveses más lindos del circuito, me gustaría tenerlo a mí“. El galo recogió el guante y le dedicó también algunas palabras en la rueda de prensa siguiente: “A mí me gustaría tener su saque y su derecha. Lo que hizo el año pasado fue increíble, causó muchas emociones en la pista”.
En la participación de Delpo en este certamen portugués también tuvo que ver el corazón, un mimo al ánimo, una inyección de esperanza al recorrer los pasillos de un lugar que le dio satisfacciones: “Estoy muy contento de volver a Estoril, un torneo del que tengo buenos recuerdos en 2011 y 2012 (N. de R.: fue campeón en ambas ediciones). Es todo un poco diferente ahora pero sigue siendo muy lindo. Es mi primer torneo en tierra y eso lo hace un gran desafío. Espero estar en buenas condiciones para ganar varios partidos”.
Carlos Berlocq, por su parte, se alzó con la victoria frente al sueco Elias Ymer, que provenía de la clasificación. El argentino, que había quedado break abajo en el segundo set, remontó la desventaja y finalmente cerró el partido por 7-5 y 6-4 para meterse en la segunda ronda. Allí enfrentará al francés Richard Gasquet, segundo preclasificado del torneo, quien ingresó directamente a octavos de final.
Renzo Olivo tuvo la gran chance de pasar a octavos de final, pero cayó 7-6 (7-2), 4-6 y 7-5 frente al japonés Taro Daniel. El rosarino no pudo aprovechar una ventaja de 4-1 en el tercer parcial.
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