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Leonardo Ponzio camina como uno más. Sonríe y se pasea con la tranquilidad que le da la experiencia. Cualquiera se puede preguntar si es el mismo capitán combativo que se para en el círculo central del equipo millonario. Es que afuera de la cancha, el barbudo mediocampista central se define como un “tipo manso” que para relajarse en su tiempo libre disfruta de actividades alejadas del fútbol, como un buen asado en una peña folclórica o ir a mirar polo y o golf. Es, al fin y al cabo, el mismo Ponzio que llamó a la reflexión a la sociedad futbolera luego del bochornoso episodio del gas pimienta ocurrido en la Bombonera, del cual el domingo se cumplirán dos años. Justo cuando River visite el estadio ubicado en Brandsen 805 para una nueva edición del Superclásico, en este caso por el torneo local. Pero por más que ese recuerdo aún está latente, uno de los jugadores más afectados por el ataque, prefiere dejarlo atrás. Junto a Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni y Matías Kranevitter fueron trasladados al Hospital Ramos Mejía y, luego de ser evaluados, les diagnosticaron queratitis química en los ojos. “Ese tema ya pasó. Esperemos que no vuelva a suceder. Ese episodio no se tiene que reiterar. Las cosas malas hay que dejarlas a un costado y que la gente sepa que nunca más puede suceder algo así. Que haya fútbol y nada más”, bajó el mensaje Ponzio en la charla con Clarín.
Si sos de River, ¿cuál es tu clásico favorito?
-Ese fue tu último partido en la Bombonera. ¿Qué te genera volver a la cancha de Boca?
-Es especial. A mí me han marcado mucho los Superclásicos. Lo que sucedió aquella noche ya pasó y no me afecta el hecho de volver a ir a la Bombonera. En cuanto a lo futbolístico, es un privilegio jugar un Superclásico. Y lo voy a disfrutar como si fuera el primero. Si no lo sintiera de esta manera, puedo llegar a sobrar el partido y no hay que sobrarlo.
-Por lo que habrá en juego el domingo, ¿será un clásico parecido a los de las copas internacionales?
-No, porque en las copas se juega a dos partidos y son diferentes.
-Entonces, ¿puede darse un partido con muchos goles, como el último en el Monumental?
-Si sale un partido de ida y vuelta puede ser así. Pero si se hace más táctico y se tratan de evitar los errores, no.
-¿Y cómo crees que va a salir?
-No lo sé… Pero nosotros tenemos que ir por la victoria, vamos a salir a buscar el triunfo. Eso sí, trataremos de no quedar expuestos. Para eso hay que defender en bloque. Nuestro juego viene siendo bueno y eficaz; hay que ratificarlo en el Superclásico. Y si no podemos desarrollar lo nuestro, ahí tienen que aparecer otras cosas que remiten al carácter y a meterle más trabajo.
-Si ganan, ¿le sacan el título a Boca?
-Si ganamos nos permitirá acercarnos más y le podemos pelear el campeonato mano a mano a Boca. Aunque no sólo nos va a favorecer a nosotros, sino también al resto de los equipos que están detrás de Boca.
-¿Una de las clave para ganarle a Boca es marcar a Gago?
-Sí, si lo marcamos bien a Gago vamos a anular el juego de Boca. En gran parte porque Fernando es un gran jugador, con experiencia en Selección y de nivel europeo. Y el juego de Boca pasa por él . Habrá que hacerle sentir la marca.
-Y a Centurión, ¿cómo se lo marca?
-Con Centurión habrá que duplicar las marcas porque puede hacer la diferencia en cualquier momento.
-¿Cuánto gana River con el regreso de Nacho Fernández?
-Mucho. Nacho está haciendo todo lo posible para jugar y ya se lo vio entrenar de la mejor manera. Es el que genera fútbol en nuestro equipo y hace las cosas de manera distinta.
-¿Este es un partido que se gana desde lo psicológico?
-No sé si se gana desde ese lugar, pero influye mucho lo psicológico. Si uno está bien de la cabeza es positivo. Te ayuda a enfocarte individualmente y a manejar las presiones.
-¿Puede ser tu último Superclásico?
-No se me pasa por la cabeza la chance de que no vuelva a la Bombonera después del domingo. Es cierto que hablé en algún momento de un posible retiro pero en relación a que cuando charlo con personas que ya se retiraron, me dicen que me vaya preparando antes de tomar la decisión. Entonces, a veces me adelanto y miro más allá del tiempo que me queda, que puede ser diciembre o junio del año que viene. O tal vez más adelante. Aún no lo sé… Dependerá del físico y de la cabeza, que es lo que mueve al físico. Mientras eso funcione como hasta ahora seguiré jugando. No quiero reprocharme nada ni arrepentirme en el futuro. Por eso, el día que esté afuera no hay retorno.
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