El Gobierno eliminará las categorías N1, N2 y N3 y aplicará un sistema único de subsidios con consumos limitados y criterios más estrictos de acceso.
El Gobierno nacional inició el tramo final para reemplazar el sistema de segmentación N1, N2 y N3 por un nuevo régimen de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), que entrará en vigencia en 2026.
Se trata del cambio más profundo de los últimos años: desaparecen las categorías, se redefinen los consumos bonificados y se endurecen los criterios de elegibilidad.
La meta oficial es clara: reducir el peso de los subsidios energéticos —del 1,5% del PBI en 2023 al 0,5% en 2026— y avanzar hacia un esquema donde los usuarios paguen cada vez más del costo real de la energía.
Qué cambia con el nuevo régimen
La segmentación actual se elimina por completo. A partir de 2026 solo habrá dos tipos de usuarios residenciales:
– Usuarios con subsidio, inscriptos y validados en el SEF.
– Usuarios sin subsidio, que abonarán el costo pleno de la energía.
Los hogares N2 pasarán automáticamente al nuevo registro, mientras que los N3 serán revisados según ingresos, ubicación y consistencia patrimonial.
Un subsidio único y consumos más limitados
Desaparecen las bonificaciones diferenciadas (65% para N2 y 50% para N3). Se aplicará un subsidio único del 50%, pero limitado a un bloque acotado de consumo:
Bloques subsidiados
– 300 kWh mensuales en meses de alta demanda: diciembre, enero, febrero, mayo, junio, julio y agosto.
– 150 kWh mensuales en meses templados: marzo, abril, septiembre, octubre y noviembre.
Este punto afecta especialmente a provincias como Misiones y el NEA: marzo —un mes históricamente caluroso— será considerado “mes templado”, por lo que solo se bonificarán 150 kWh.
Criterios de acceso más estrictos
Recibirán subsidio únicamente los hogares que:
– Acrediten ingresos iguales o inferiores a tres Canastas Básicas Totales.
– Estén incluidos en programas como ReNaBaP o veteranos de Malvinas.
– Tengan integrantes con Certificado Único de Discapacidad (CUD) en casos que justifiquen apoyo económico.
Quedarán excluidos hogares con indicadores patrimoniales incompatibles con ingresos bajos: viviendas de alto valor, consumos desproporcionados, residencias en barrios privados, entre otros.
Por qué se cambia el sistema
El Gobierno argumenta que el esquema actual es fiscalmente insostenible.
La nueva política busca:
– Focalizar la asistencia solo en hogares vulnerables.
– Reducir el gasto público destinado a energía.
– Aportar más previsibilidad a los precios del sector.
– Converger hacia un sistema donde el usuario pague más del costo real.
Cómo pueden prepararse los hogares
Con subsidios más acotados y bloques reducidos, será clave adoptar hábitos de eficiencia energética:
– Configurar el aire acondicionado en 24°C.
– Mantener limpios los filtros de equipos de climatización.
– Evitar acumulación de hielo en heladeras y freezers.
– Revisar sellos y aislaciones para mejorar el rendimiento.
– Apagar luces y artefactos cuando no se utilizan.
– Aprovechar ventilación e iluminación natural cuando sea posible.
En provincias de clima extremo como Misiones, anticipar los meses de mayor consumo permitirá prever qué parte de la factura quedará dentro del bloque subsidiado.
