Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), perteneciente a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), reveló datos del último año sobre el mercado laboral y el poder adquisitivo en Argentina.
Según el estudio, entre noviembre de 2023 y el mismo mes de 2024 se perdieron 186 mil puestos de trabajo asalariado formal, lo que representa una caída del 2% en comparación con el año anterior, mientras que el poder adquisitivo del salario mínimo cayó un 30% en ese mismo periodo.
En cuanto a la pérdida de 186 mil puestos de trabajo en un año, el documento señala que esa caída llevó el número de asalariados formales a un nivel incluso inferior al registrado en noviembre de 2022 y menor a todos los valores mensuales de 2023.
En noviembre de 2024, el número de trabajadores asalariados registrados en la seguridad social alcanzó los 10,119 millones, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Este número incluye empleados del sector privado, público y del trabajo doméstico.
El informe también destaca que tras las caídas continuas desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024, el empleo asalariado formal mostró un leve repunte en septiembre y octubre, estabilizándose en noviembre. “En términos absolutos, el número de trabajadores aumentó en 18 mil entre agosto y noviembre de 2024”, señala el documento. Sin embargo, esta leve mejora no compensa la pérdida neta de empleo en el período.
A largo plazo, la cantidad de ocupados en noviembre de 2024 resulta comparable a la de junio de 2018, es decir, seis años y medio atrás, y es un 2,5% inferior al máximo registrado en agosto de 2023.
Salarios en declive
El informe también aborda el deterioro del salario mínimo, vital y móvil (SMVM), cuya pérdida de poder adquisitivo ha sido pronunciada. Entre noviembre de 2023 y enero de 2025, el SMVM sufrió una caída del 30% en términos reales.
Si bien durante enero de 2025 el salario mínimo mostró un leve incremento del 0,3%, similar al de diciembre de 2024, “estas alzas no bastan para compensar el deterioro acumulado durante los meses previos»” explica el informe.
El proceso de deterioro del SMVM comenzó en diciembre de 2023, cuando sufrió una contracción del 15% debido a la aceleración inflacionaria, seguida por una caída aún mayor del 17% en enero de 2024, destaca el estudio de la UBA.
En los meses posteriores, el aumento nominal del salario acompañó el ritmo inflacionario, evitando nuevas reducciones temporales. No obstante, en junio se registró una nueva caída del 4,4%, seguida de un leve repunte del 4,3% en julio y nuevas disminuciones consecutivas en los cuatro meses siguientes.
Actualmente, el salario mínimo en términos reales se encuentra por debajo de los niveles de 2001, antes del colapso de la convertibilidad, y experimentó una erosión del 61% respecto del valor máximo registrado en septiembre de 2011, según el estudio.