Donde sí hubo movimiento, y mucho, fue en los centros de frontera. Los tres puentes que unen a nuestra provincia con países limítrofes estuvieron “abarrotados” de gente. Sólo en el cruce de Posadas-Encarnación, el viernes, pasaron más de 46 mil argentinos, según informó la Dirección Nacional de Migraciones.
Los esfuerzos de los municipios, del Gobierno provincial y del sector privado en generar estrategias de todo tipo por mantener el capital misionero y el resultante de turismo en nuestro país, se empañan cuando se ven kilómetros y kilómetros de automovilistas esperando (a veces más de tres horas) para realizar el trámite migratorio.
En este sentido, el ministro de Turismo de la provincia, José María Arrúa, reflexionó afirmando que “estadísticamente al turismo le está yendo mejor que a principios de año, es cierto, pero no podemos mirar hacia otro lado y seguir esperando el ansiado ‘segundo semestre’ que ahora dicen que llegará recién en 2017. No podemos esperar más, vemos como nuestra gente se va y se va el dinero de los argentinos. Ahora a la asimetría cambiaria se suma que Brasil va a disponer de tiendas francas en 29 ciudades de frontera, se suman las ya conocidas condiciones impositivas de Paraguay que todos los días impulsan a los posadeños a cruzar el puente para cargar combustible, y que el pasado viernes batió un récord en vísperas del día del padre”.
En este sentido, agregó: “necesitamos que la Nación entienda que Misiones tiene un 80 por ciento de límites geográficos con otros países y que las medidas tomadas en materia económica necesariamente deben ser acompañadas por la evaluación particular de una zona de frontera como la nuestra. De otra manera, una vez más el centralismo ganará por sobre el interior del país”, consideró.