La noche de ayer fue la más extensa pero a partir del solsticio (que significa “permanencia del sol”) de invierno, momento en el que el sol cruza el horizonte en una medida muy superior al resto del año, los días comienzan a crecer aumentando la presencia y la intensidad de los rayos. Aproximadamente, los días se alargarán un minuto cada 24 horas hasta llegar al solsticio de verano. El motivo de que el 21 de Junio y el 21 de Diciembre sean las fechas claves del calendario solar se explica en la inclinación de la tierra, que tiene 23,5 grados, respecto a la órbita del Sol.
Por otro lado, después de casi cuarenta años, el solsticio de verano coincide con una peculiar Luna llena llamada “Luna de Fresa”. Aunque su color será ámbar, las tribus de Algonquin, de América del Norte, le pusieron ese nombre porque creían que la luna llena de junio marcaba el comienzo de la temporada de cosecha de fresas.