La medida que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024, fue publicada este jueves en el Boletín Oficial, mediante la Resolución 569/2023 que tiene por objetivo, a través de un trabajo interinstitucional público-privado, fortalecer las acciones a fin de determinar la situación del ToBRFV en el país, contener y erradicar los focos que eventualmente se detecten, evitando su establecimiento y dispersión, como así también poner en conocimiento de la situación a los productores y a la sociedad en general.
En ese sentido, la norma establece las medidas de prevención, detección, contención y erradicación en relación con este virus y su denuncia obligatoria de los síntomas sospechosos de la enfermedad.
Asimismo, se crea el Comité de Crisis por el virus rugoso del tomate que será coordinado por el SENASA y estará integrado por un equipo de trabajo interinstitucional conformado por la Dirección Nacional de Protección Vegetal del Organismo, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Semillas (INASE), por los centros oficiales de investigación, universidades, gobiernos provinciales, representantes del sector privado y público, y otras instituciones vinculadas a la problemática.
En ese mismo marco, se realizará un ciclo de charlas técnicas para brindar información sobre el nuevo virus, y recomendaciones para productores, profesionales y técnicos del sector. La primera jornada tendrá lugar el próximo 11 de julio, de manera virtual, en tanto que el 12 se llevará a cabo un encuentro en la provincia de Salta.
Acerca del virus
Se identificó por primera vez a nivel mundial en 2014 en Israel, y en México y Estados Unidos en 2018 y 2019 respectivamente. En 2019, Argentina incorporó en el Listado de Plagas Reglamentadas, el virus rugoso del tomate y comenzó a regularlo en la importación de semillas de tomate y pimiento al país.
Posee una alta transmisibilidad en plantaciones de tomate y pimiento y puede persistir en algunas malezas. Se transmite por semilla y plantines y mecánicamente a través del contacto en labores del cultivo (poda, desbrote, trasplante, cosecha etc.).
Los síntomas pueden expresarse en hojas y frutos. En hojas, se produce una deformación en el desarrollo tomando un aspecto arrugado junto a la aparición del moteado en tonos más claros u oscuros.
En frutos se observan manchas marrones o amarillas con rugosidad. También pueden presentar deformaciones y tener maduración irregular.
Cómo prevenirlo
Al no existir un tratamiento para esta plaga sólo pueden aplicarse medidas preventivas a fin de minimizar el riesgo de contagio y su dispersión:
- *Comprar la semilla en comercios registrados en el Inase y verificar que el envase cuente con el rótulo amarillo de identificación de la semilla y Registro INASE.
- *Asegurarse de que los plantines sean producidos en condiciones seguras (libres de plagas y patógenos), en viveros registrados por el INASE e inscriptos en el Senasa.
- *Limitar el ingreso a la zona del cultivo a las personas estrictamente necesarias para su manejo (por ejemplo, evitar el ingreso de personas ajenas al trabajo y asesoramiento del cultivo).
- *Utilizar ropa de protección que se pueda desinfectar finalizada la jornada. La misma debe emplearse en un único sitio de producción.
- *Desinfectar las herramientas antes de pasar a otra fila dentro del mismo lote.
- *Contar con un sitio en el cual se pueda lavar y desinfectar herramientas, manos y calzado. Para la desinfección puede utilizarse lavandina comercial al 10% preparada en el mismo día con agua limpia.
- *Limpiar y desinfectar el invernadero al final de una temporada de producción.
- *Al detectar una planta enferma evitar el contacto con la misma y desinfectar todo material con el que se la maneja y aislar el sector.
SENASA