Delitos informáticos: La Dirección de Cibercrimen intervino en 600 estafas virtuales

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Con el objetivo de erradicar la actividad criminal que se desarrolla a través de las conexiones virtuales, el 9 de diciembre del año 2015 se creó la Dirección de Cibercrimen por disposición de la Jefatura de Policía, siendo designada al frente de esta área la Comisario Mayor Lic. Marilyn Ozuna, quien explicó cómo su equipo trabaja en la investigación de los diferentes hechos y además brindó recomendaciones a tener en cuenta para evitar cualquier tipo de ciberdelito y cómo denunciarlo.

En ese sentido, la directora de Cibercrimen comentó que las denuncias que más se reciben son aquellas relacionadas con las estafas y el grooming; que sería el acoso sexual de una persona adulta a un menor de edad a través de internet. Los cuales, como cualquier otro delito, pueden ser denunciados en todas las comisarías de la fuerza provincial.

Con respecto a las estafas virtuales, es importante saber que los delincuentes utilizan diversas modalidades, adaptándose al contexto social y a las nuevas eras tecnológicas. Como ejemplo de ello se puede mencionar que en el transcurso de la pandemia del Coronavirus, los delincuentes empleaban el ardid del engaño con supuestos turnos para la vacunación o entrega de subsidios por parte del estado. Es decir, que el ciberdelincuente aprovecha cada situación que ocupe o preocupe a la sociedad y va adaptando su “discurso de engaño” acorde a la víctima con quien se va a comunicar.

Actualmente, uno de los mecanismos más usados por los estafadores es hacer una llamada aduciendo cualquier circunstancia que resulte de interés, solicitando a la víctima el código de validez de la app WhatsApp por ejemplo. La cual una vez obtenida le permite acceder al ciberdelincuente, a los contactos y así solicitar transferencias de dinero o préstamos ante un supuesto infortunio, siempre haciéndose pasar por el dueño de la línea.

Algo similar a lo anteriormente mencionado, se da cuando los delincuentes emplean números de líneas desconocidas y utilizan perfiles falsos, haciéndose pasar como integrante de alguna prestaría de servicios, solicitando datos personales a sus víctimas. Sin embargo, ningún banco, financiera o ANSES piden datos personales a través de llamados telefónicos, WhatsApp, mails o mensajes de textos, por eso cuando haya dudas en la comunicación es mejor cortar la llamada, para luego dirigirse al sitio oficial o hacerlo de forma presencial.

Ante ello, desde la Dirección de Cibercrimen se recomienda que siempre se sospeche de los llamados donde ofrezcan premios, recompensas o algún tipo de beneficio gratuito y que luego para acceder a los mismos se deba realizar transferencias, depósitos o el traspaso de códigos bancarios. Hay que resaltar que la denuncia de estos delitos son fundamentales para que se inicie una investigación, a partir de ese entonces la dirección interviene y comienza con las tareas correspondientes.

Muchas de las investigaciones se realizan a través de las herramientas OSINT, que se trata de una metodología multifactorial de recolección, análisis y toma de decisiones sobre datos de fuentes disponibles de forma pública y software provistos sobre los cuales los agentes llevan a cabo patrullajes virtuales.

En la Dirección trabajan profesionales del área informática, quienes deben contar con un perfil investigativo y de permanente capacitación, debido a que las cuestiones tecnológicas requieren actualizaciones. Cabe mencionar, que en el año 2021 esta dirección participó en 4026 investigaciones, mientras que en el 2022 intervino en un total de 4.675 y en lo que va de este año se recibió alrededor de 600 denuncias, logrando esclarecerlos en un gran porcentaje tras exhaustivos seguimientos virtuales, en su mayoría por hechos de estafas.

El objetivo fundamental de esta dirección, es la identificación e investigación de casos de delitos informáticos como la piratería o el sabotaje, el fraude en línea, el robo de datos y la distribución de programas maliciosos, además de realizar acciones para desarticular e identificar a las distintas bandas dedicadas a los ciberdelitos o acciones criminales que involucren el uso de tecnologías de la información y comunicación. Por otro lado, la de recolectar las distintas pruebas después de que la víctima interponga la denuncia por el delito sufrido para dar con el paradero de los delincuentes y de desarrollar los procesos que permitan la detección temprana de conexidad y el seguimiento de las causas.

Asimismo, la encargada del área reflejó que la ciberdelincuencia se diferencia de los delitos comunes, ya que “no tienen barreras físicas o geográficas” y se puede cometer con menos esfuerzo y más facilidad y velocidad que los demás delitos.

Por otra parte, los especialistas intervienen en causas internacionales como ser la tenencia, distribución o divulgación de pornografía infantil. Es así que cuando se detecta este delito o es denunciado, el cuerpo de investigadores realiza las pesquisas estableciendo a que domicilio pertenece ese IP público, y luego por orden de la Justicia se allana y se secuestran los dispositivos que podrían estar asociados a ese tipo de delitos.