En ambos indicadores pesa mucho la falta de insumos provocada por las restricciones a la importación; en el caso específico de las fábricas, pegó fuerte el conflicto en el sector de neumáticos.
Luego de una importante caída en agosto (-2,1%), la construcción volvió a mostrar otro tropiezo en septiembre, cuando reflejó un retroceso de 2,9% en la estimación mensual desestacionalizada, algo que los analistas ya vislumbraban, porque se había ingresado en una tendencia que empezaba a mostrarse recesiva. Por su parte, la producción industrial, que había avanzado apenas 0,4% en agosto, respecto de julio, evidenció en septiembre una caída de 0,2%, lo que no hace más que confirmar el comportamiento en forma de “serrucho” que mantuvo a lo largo de todo este año.
Ambos datos fueron publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Por un lado, en su Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), informó el mencionado retroceso de 2,9% en septiembre, respecto de agosto, y una variación negativa de 1,2% en el índice serie tendencia-ciclo. Por otra parte, en el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) indicó el citado retroceso de 0,2% mensual, con una variación negativa de 0,4% en el índice serie tendencia-ciclo.
Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Economicos, afirmó que, a diferencia de lo que venía pasando, coinciden los dos sectores en caer en forma mensual y desestacionalizada. “La construcción cayó bastante fuerte después de haber caído ya mucho en agosto, con lo cual se vuelve casi a los niveles de principio de año. Además, es interesante ver el indicador tendencia-ciclo, que es más de largo plazo, porque que en el caso de la construcción ya se acumulan cuatro meses consecutivos de caída”, señaló el economista.
La economista Natalia Motyl, destacó que la construcción se ve muy afectada por la falta de disponibilidad de divisas. “Es un sector en el que los insumos son importados y los componentes para producir esos insumos, si son locales poseen alguna que otra parte importada, por lo que en un mes en el que las presiones cambiarias volvieron a mostrar la falta de un plan para sostener hasta 2023, eso pegó. Además, la suba de tasas de interés hasta octubre impacta negativamente sobre el sector”, agregó.
Por su parte, Claudio Caprarulo, economista de la consultora Analytica, opinó que, si bien la construcción acumula un buen crecimiento a septiembre, ya se encendieron las señales de alarma hacia adelante. “La caída en el indicador de actividad se debió a menor consumo de asfalto, muy relacionado con la obra pública. Si bien son partidas donde el ajuste fiscal ya se observa, el principal determinante del consumo de asfalto es transporte y se mantuvo constante. Eso indica que las empresas empezaron a usar stock acumulado, previendo un escenario más complejo en los próximos meses. Acorde esa postura al actual apretón al gasto público. En el plano privado las expectativas tampoco son mejores los permisos de construcción cayeron en agosto, último dato disponible”, analizó.
El economista Gustavo Vallejo, , jefe del Departamento de Estadísticas del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), hizo foco en que, en términos interanuales el aumento de la construcción fue del 5,2%, tasa que se ubica 2,1 puntos porcentuales por debajo de la de agosto y en idéntico nivel que la del mes de julio. “De esta forma, la actividad de la construcción acumula un alza del 6,3% interanual en los primeros 9 meses de 2022, pareciendo alcanzar un techo en 2022 luego de dos meses consecutivos con cifras recesivas, situación que se refuerza con la profundización de la caída del indicador de tendencia ciclo en los últimos tres meses”, explicó.
Vallejo agregó que, de los 13 insumos que se utilizan para la elaboración del ISAC, solamente aumentaron los despachos de 9 de ellos, respecto al 2021, pero en casi todos los casos la variación fue menor que la acumulada del año, mientras que Asfalto (-6,8%) y Ladrillos huecos (-4,5%) son los que presentaron las caídas más profundas, marcando señales de un agotamiento en el crecimiento lento pero sostenido de los últimos meses que era traccionado fundamentalmente por la ejecución de obras privadas.
El economista Gabriel Caamaño, de Consultora Ledesma, hizo hincapié en que la industria volvió a mostrar una caída mensual, manteniendo el serrucho que hasta acá tenía una tendencia positiva cada vez menos marcada. “Hay que ver si mantiene en octubre. Hasta ahora, el agregado sectorial no daba acuse de recibo de las trabas a las importaciones. Veremos. Se esperaba un cierre del año estanflacionario en la mayor parte de los escenarios públicos y privados”, concluyó.
Motyl afirmó que la retracción de este indicador, en términos mensuales, se explica por algunos conflictos puntuales en algunos sectores de insumos que afectó al rubro de caucho como el caso de los neumáticos. “Además, las dificultades para acceder a divisas y la incertidumbre macroeconómica está afectando el sector. Para los próximos meses se observa que la situación del sector vuelve a recrudecer por faltantes de insumos en sectores claves, esos cuellos de botella generados por la falta de divisas; estabilización de la demanda externa de productos exportables; inestabilidad macroeconómica; expectativa negativa en el sector industrial que ralentizará la producción y presiones cambiarias que afectarán al consumo por lo que impactará en el desempeño del sector”, acotó la economista.
En tanto, Caprarulo opinó que “la industria encontró un límite a su crecimiento en la falta de dólares. La profundización del cepo le puso un techo a su producción”.
Con vistas a lo que se viene, los analistas proyectaron que en el caso de la construcción, no se espera una recuperación sustancial hasta febrero de 2023, mientras que en la industria eso podría llegar recién en abril.
La Nación