La privatización de Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C. (IMPSA) en Mendoza marca la primera cesión de acciones bajo el gobierno de Milei.
La provincia de Mendoza aprobó la primera privatización en la era de Javier Milei, con la cesión del 21,4% de las acciones de la empresa IMPSA, que estaban en manos del Estado provincial. El proyecto impulsado por el gobernador Alfredo Cornejo recibió luz verde en el Senado mendocino con una votación ajustada: 19 votos a favor y 16 en contra. Este proceso marca el inicio de la entrada de capitales privados en la empresa, que se dedica a la generación de energía mediante recursos renovables.
La empresa IMPSA, especializada en sectores como las energías renovables, hidroeléctrica, nuclear, oil & gas, y automatización, se encontraba bajo intervención estatal desde 2020 debido a una profunda crisis financiera. En su discurso, la senadora Ángela Floridia, presidenta de la comisión de Hacienda y Presupuesto, recordó que “la empresa enfrentó serios problemas financieros debido a contratos fallidos con Brasil, Venezuela y Santa Cruz, lo que puso en riesgo tanto la estabilidad laboral como la continuidad operativa de IMPSA”.
Las razones detrás de la privatización de IMPSA
En detalle, la senadora Floridia explicó que la intervención estatal fue concebida como una medida temporal para salvar la compañía y mantener los empleos. “El objetivo era recomponer la estructura de capital, y ahora, con la situación estabilizada, se busca vender las acciones bajo la órbita estatal”, comentó. La operación también tiene como trasfondo la necesidad de resolver un pasivo de más de 500 millones de dólares que la empresa acumuló y que será negociado por los nuevos inversores.
Además, el proyecto aprobado permite la transferencia de 454.300.000 acciones de clase C, en poder de la provincia, a inversores privados. Esta venta se realizará bajo principios de “transparencia, igualdad, publicidad y concurrencia”, según explicaron desde el Senado mendocino. La privatización cuenta con el respaldo de una inversión comprometida de 30 millones de dólares por parte de la empresa estadounidense ARC Energy, con la cual el gobierno provincial ya firmó una carta de intención en julio pasado.
Las críticas a la medida
A pesar de la aprobación, la decisión de privatizar IMPSA generó fuertes críticas desde distintos sectores políticos. El PRO mendocino fue uno de los más duros opositores, y su presidente, Gabriel Pradines, criticó abiertamente al gobernador Cornejo. “De estatistas a privatistas. Breve historia del radicalismo mendocino. Hoy, se rasgan las vestiduras para ofrendar a Javier Milei la privatización”, expresó el político en un comunicado.
Es más, Pradines también señaló la contradicción que percibe en la gestión actual. “A solo tres años, indigna observar la camaleónica pirueta de Alfredo Cornejo queriendo aparecer como el abanderado del libre mercado”, apuntó el dirigente del PRO. Si bien dejó claro que su partido está a favor de que IMPSA vuelva a manos privadas, exigió que los “radicales mendocinos paguen el costo de su dañino oportunismo”.
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