Padres denuncian a un maestro por manipular y fotografiar a alumnos en El Soberbio

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La comunidad educativa de la Escuela 617, una de las instituciones más antiguas y queridas de la ciudad de El Soberbio, atraviesa momentos de conmoción tras conocerse múltiples denuncias contra un profesor de séptimo grado acusado de encerrar a estudiantes en la sala de informática y tomarles fotografías indebidas. “Les pedía que se saquen parte de la ropa y que hagan poses”.

Aldo, padre de una de las niñas afectadas, relató con angustia lo ocurrido: “Estamos muy, muy preocupados, muy consternados con todo lo que está pasando. Hoy debería ser un día de celebración por asueto del Día del Estudiante y en cambio estamos atravesando una situación distinta y realmente preocupante”.

El hombre recordó en diálogo con FM Santa María de las Misiones que su hija había manifestado resistencia para asistir al turno tarde desde hacía semanas, algo que al principio atribuyeron a excusas propias de la edad.

“Siempre había un motivo, dolor de panza, lluvia, cualquier cosa. No quería ir. Ahora entendemos que era por miedo. El viernes pasado una compañera llegó llorando y le contó a su mamá que el maestro las llevaba a la sala de informática, las encerraba y les pedía que se quiten parte de la ropa para tomarles fotografías”, reveló.

Ante esta situación, varios padres se organizaron y acudieron a la policía. “Ese mismo día se radicaron tres denuncias. Para el domingo ya había ocho, todas contra el mismo profesor, con relatos similares de los chicos”, precisó.

Según indicó, los testimonios no solo corresponden al actual ciclo lectivo, sino también a años anteriores. “Incluso hay versiones de que también lo hacía con varones”.

El padre cuestionó además la respuesta de las autoridades escolares. “Una mamá había advertido a otra docente, pero no se tomaron medidas de protección. No nos avisaron a los padres ni hicieron nada contra el profesor. Eso nos angustia y nos enoja, porque los adultos que podían haber manejado mejor la situación lo minimizaron”.

Sobre el modus operandi del acusado, detalló: “Tomaba una evaluación sorpresa, los chicos no aprobaban y luego la única forma de levantar la materia era el ‘reto’. Y el reto significaba sacarse parte de la ropa para que él le tomara fotografía. Era la excusa que él le ponía”.

Inclusive, de acuerdo con la narración de las pequeñas las manipulaba con premios, sorteos y regalitos. “Todo como una especie de chantaje ya bastante aceitado en mecanismo, como para obtener lo que él quería que era, quedarse solo con alguna de las niñas y decirle que se saque parte de la ropa para que él pueda tomarle la fotografía”.

Para evitar que trascienda lo ocurrido, la artimaña de este maestro de primaria consistía en cometer el ilícito con un solo menor a la vez. «Encerrado solo en un aula, o en la de informática, o en el grado, pero era una alumna y el profesor, pidiéndole que se saque parte de su ropa, ya sea calzado, media, eso es ropa. Y le hacía hacer poses, las acostaba arriba de la mesa», manifestó.

Ante la interrogante de las niñas por el destino de ese material, «él siempre daba una versión distinta, que estaba haciendo un catálogo de pies para una película de terror, que le enviaba a la hermana porque la hermana le pedía, distintas excusas para tomarle las fotografías».

Los testimonios de las alumnas también evidencian que habían desarrollado estrategias propias para interrumpir las situaciones de encierro. “Tenían un sistema entre ellas: una golpeaba la puerta, otra inventaba excusas para entrar como que tenía que entregarle la carpeta y así rescatar a la amiga que estaba adentro. Nuestras chicas tenían una especie de protocolo para salvar a las que quedaban adentro con el maestro”, relató el progenitor con consternación.

“Mañana tenemos reunión con la directora. Nos adelantaron que el docente no va a estar, pero sí la maestra que fue advertida y no hizo nada. Los padres están muy bravos. No entendemos cómo nadie se dio cuenta de lo que ocurría. Para nosotros es difícil creer que lo ignoraban”, agregó.

Finalmente, el hombre insistió en que las responsabilidades deben ser asumidas no solo por el profesor denunciado, sino también por quienes, según su visión, no actuaron a tiempo.

“Si un adulto sabía que había un docente encerrado con un alumno y no hizo nada, ya es gravísimo. Queremos que todos los que tuvieron responsabilidad paguen su culpa. No sabemos si quisieron proteger al maestro o a la escuela, pero dejaron que esto ocurra y esto es muy grave”, remarcó.

Con información de Mol