El Ejército de Brasil desaloja este lunes todos los “campamentos bolsonaristas” por orden del Tribunal Supremo de ese país, tras el intento de golpe de Estado con la toma de las sedes del Congreso y el Supremo, además del palacio presidencial.
En este marco, las fuerzas de seguridad detuvieron a 1200 manifestantes.
Además el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, separó de su cargo por 90 días al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, el bolsonarista Ibaneis Rocha.En tanto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, trabaja hoy en el Palacio del Planalto a pesar de los destrozos causados ayer durante la invasión de parte de simpatizantes del exmandatario. Jair Bolsonaro, que reivindicaron un golpe de Estado.
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El ministro de Comunicaciones, Paulo Pimenta, explicó que Lula debe permanecer en su despacho del tercer piso, que no pudo ser invadido por los manifestantes bolsonaristas.











