La Asamblea Nacional (Parlamento) de Nicaragua, bajo el control de los sandinistas, autorizó este martes el ingreso de tropas, naves y aeronaves de las Fuerzas Armadas de Rusia, a petición de urgencia del presidente del país, Daniel Ortega, para participar en operaciones contra el delito en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense.
Nicaragua se alía con Rusia, país que mantiene una guerra en Ucrania, fue autorizado con el voto de 78 legisladores sandinistas y sus aliados, de los 91 diputados que integran el Parlamento.
Ortega, aliado del presidente ruso, Vladímir Putin, autorizó el ingreso de tropas rusas durante el segundo semestre de este año para participar en operaciones “en contra de ilícitos” en el mar Caribe y en el océano Pacífico nicaragüense, según el decreto.
También el ingreso, de forma rotativa, de 80 militares rusos para participar con el cuerpo élite del Ejército nicaragüense “en intercambio de experiencias y ejercicio de adiestramiento en operaciones de ayuda humanitaria”.
Asimismo, el ingreso a otros 50 militares rusos, de forma rotativa, para participar con miembros de la Fuerza Naval, Fuerza Aérea y Cuerpo de Transmisiones “en intercambio de experiencias y de comunicación operacional con naves y aeronaves del Ejército de Nicaragua en labores de enfrentamiento y lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado trasnacional”.
En total, el líder sandinista autorizó que un número indeterminado de militares, naves y aeronaves rusas ingresen a Nicaragua del 1 de julio al 31 de diciembre de este año, quienes participarán, entre otros, en “intercambio de experiencia y adiestramiento en labores de seguridad”.
En el decreto ratificado hoy, Ortega también autorizó por seis meses, a partir de julio próximo, el ingreso al país de personal, naves y aeronaves de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela que llevarán a cabo las mismas funciones que las de Rusia.
También autorizó el ingreso de militares de Cuba, México y países centroamericanos, quienes participarán con los de Nicaragua en “intercambios y labores de carácter humanitario”.
En el caso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el líder sandinista autorizó la entrada de personal militar, en un número que no precisó, y que su ingreso será “previamente planificado y coordinado con el Ejército de Nicaragua”.
En la víspera, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, expresó su preocupación por la próxima llegada de tropas, naves y aeronaves militares rusas a Nicaragua.
Rusia es un antiguo aliado de Nicaragua que durante el primer régimen sandinista (1979-1990) dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses.
Durante el debate, los diputados oficialistas denunciaron una presunta campaña de otros países y de medios internacionales sobre el ingreso de las tropas rusas a Nicaragua.
El titular de la Comisión de Defensa y Seguridad, el sandinista Filiberto Rodríguez, explicó en el pleno que “ya es una tradición aprobar y ratificar” el ingreso y salida de militares de distintos países con los que Nicaragua mantiene “relaciones diplomáticas y militares”.
En ese sentido, cargó contra el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, por criticar el ingreso de militares rusos a Nicaragua.
“No recuerda, no sabe o está desinformado, que esto es una tradición, y que también se está ratificando el ingreso de tropas estadounidenses”, argumentó Rodríguez, quien rechazó que Nicaragua sea una amenaza a la seguridad regional.
Las relaciones entre Nicaragua y Estados Unidos son tensas ante la imposición de sanciones a familiares y allegados a Ortega, señalados de violación de derechos humanos y para presionar por la liberación de unos 182 opositores presos en el contexto de una crisis a raíz de protestas de 2018.