El Observatorio Internacional de Calidad del Aire (IQAir) informó que la ciudad de San Pablo, la metrópoli más grande de Brasil y Sudamérica, atraviesa una crisis ambiental, con niveles de contaminación 16,2 veces superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La situación se debe, en gran medida, a los incendios forestales y quemas en la selva amazónica y el Pantanal.
Por cuarto día consecutivo, San Pablo se posicionó como la ciudad con peor calidad de aire del mundo, con un índice AQI (Air Quality Index) de 169, considerado altamente insalubre. La nube de humo y ceniza que cubre la ciudad, de 12 millones de habitantes, proviene principalmente de quemas en plantaciones de caña de azúcar en el interior del estado, así como de los incendios en la Amazonia y el Pantanal. Además, el elevado parque vehicular de la ciudad, con más de 7 millones de autos en circulación, agrava la situación.
San Pablo tiene más de 12 millones de habitantes y más de 7 millones de vehículos que circulan a diario.
Otras ciudades brasileñas, como Campinas, Curitiba, Río Branco y Porto Velho, también registraron niveles «insalubres» de calidad del aire, según el mismo informe.
En respuesta a la crisis, la alcaldía de San Pablo anunció la creación de un comité de crisis para gestionar el cuidado de la población, priorizando la atención a los ancianos. Además, se destinarán fondos para la compra de aparatos humidificadores y purificadores de aire en escuelas ubicadas en zonas con baja humedad, mientras que se aumentará la distribución de agua potable. A esto se suma una advertencia de las autoridades sobre una ola de calor que alcanzará los 32°C, con niveles de humedad por debajo del 30%, lo que agrava aún más las condiciones ambientales en la ciudad.
