El hombre fue citado tras ser apuntado por la jefa de la Comisaría local a raíz de un audio intimidante referido a los efectivos de policiales que circuló en la localidad
Un hombre que fue citado ayer por la causa del ataque ocurrido en San Vicente, en la madrugada del martes 6, en perjuicio de la familia de la oficial auxiliar María Eugenia Miranda, jefa de la Comisaría Segunda local. La víctima lo había señalado como sospechoso a raíz de un audio intimidante referido a los efectivos policiales.
El hombre no quedó detenido y declaró ante las autoridades judiciales en calidad de testigo sospechoso, figura que lo exime de declarar bajo juramento.
En cuanto a las pesquisas, las autoridades de la Policía de Misiones enviaron el sumario con todas las actuaciones del caso en los últimos días. A su tiempo, el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente incorporó el documento y avanzó con la investigación del episodio.
La oficial Miranda expresó sus sospechas y apuntó a la persona autora de un audio que circula en la localidad, en el que el citado había manifestado la intención de propinar tiros a la policía.
El hombre mencionado fue ubicado y declaró ante el juzgado bajo la figura de testigo sospechoso. Es así que su testimonio se incorpora al expediente sin juramento, ya que el hombre no tiene la obligación de hacerlo.
“Con mucha certeza creo que esto viene del lado de los chiveros de soja y maíz, tiene que ver con el contrabando de granos y es un mensaje para que dejemos de hacer controles, pero es nuestro trabajo y no nos van a intimidar”, lanzó la oficial Miranda en una charla que tuvo con el diario El Territorio.
Desde hace alrededor de tres años la jefa policial se encuentra al frente de los operativos de control en conjunto con Rentas, Agencia Tributaria de Misiones (ATM), y en contacto directo con los puestos Centinela, El Arco y Apóstoles.
Hace poco en la localidad se habilitó el control fijo sobre ruta 13 y existe otro rotativo sobre la provincial 221, que va hacia Colonia Aurora, en el que son detectados los camiones que ingresan a la provincia con granos pero se desvían de la ruta declarada, es decir, en la documentación declaran un galpón de acopio por ruta 12 a cargo de una firma comercial -por ejemplo-, pero el avance es hacia la costa brasileña.
Cabe recordar que el ataque fue perpetrado en plena madrugada del martes 6 y puso en riesgo la vida no solamente de la autoridad de la fuerza, sino la de su pareja, también policía con rango de sargento, Camilo Flecha, y a su hijo de apenas 4 años, que dormía en la vivienda situada en el barrio Los Lapachos, de San Vicente.
“Estábamos durmiendo porque eran pasadas las dos de la madrugada. Escuché una ráfaga de disparos y le avisé a mi marido que estaban tiroteando la casa. Él se levantó y agarró mi arma para ver afuera, mientras que yo me asomé desde la ventana de la habitación (que está en la planta alta) y si bien en la calle no vi a nadie, noté que nuestro auto se estaba prendiendo fuego. Con una manguera lo apagamos y unos minutos después se acercó un vecino porque pensó que nos robaron, pero no, fue una clara amenaza por nuestro trabajo”, relató luego de lo ocurrido.
La balacera duró menos de un minuto e incluyó el incendio, con una bomba casera tipo molotov, del vehículo de los uniformados, un Peugeot 408 que estaba guardado en la cochera y terminó afectado en el lateral derecho.
Los atacantes se esfumaron en la oscuridad de la noche. Se presume que eran por lo menos dos y que llegaron caminando, tal vez con un vehículo de apoyo esperando en las inmediaciones.
En la vereda los peritos levantaron 19 vainas de pistola automática como las que utilizan las fuerzas de seguridad. Ese dato permite interpretar que usaron más de una por la cantidad de balazos que impactaron en la pared de la casa y el vehículo, además del muro y la reja frontal de la propiedad. Las marcas están a la vista.
Con información de El Territorio