Se trata de Belén Michalec (19) y Oscar Ramos (45). La primera es la única procesada por el delito de “homicidio culposo” que actualmente tiene la causa que lleva adelante el Juez de Instrucción Dos, Cesar Yaya, por ser la que manejaba a altísima velocidad el BMW que desencadenó la tragedia. En tanto que al hombre, la Fiscalía no le había imputado ningún delito después del trágico choque debido a que estaba en el asiento del acompañante.
Esta nueva instancia hace tambalear las aspiraciones de seguir en libertad de Michalec y pone a Ramos en una posición pasible de condena. La medida se concretó a instancias de un fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores, que en la víspera rechazó un recurso de la defensa de la joven, motivado por un pedido de indagatoria de la querella que había sido aceptado en primera instancia por el magistrado interviniente.
Explicado de otra manera, por medio de su abogado, la familia Warenycia (que actúa como querellante en la causa) había solicitado al juez Yaya que no sólo Michalec, sino también Ramos, sean interrogados bajo la figura de homicidio simple que prevé una pena de 8 a 25 años de cárcel.
Lo hicieron porque consideran que en la chica existió una actitud manifiesta de matar al manejar el coche y a una velocidad presunta de 170 kilómetros por hora en una zona donde la velocidad es limitada y Ramos, como dueño del vehículo, lo autorizó. Además se pudo establecer que ambos estaban en estado de ebriedad debido a que regresaban de una fiesta privada, lo que constituye un agravante.
El pedido fue aceptado por el magistrado a fines de mayo, pero motivó la reacción inmediata de la abogada Roxana Ramírez Moll, quien representa los intereses de Michalec. Interpuso un recurso de revocatoria oponiéndose a eso y la cuestión debió dirimirse en la Cámara de Apelaciones hasta que en la jornada de ayer hubo una resolución.
En la víspera la Sala II, con los votos de los camaristas José Alberto López y José Jacobo Mass, fallaron a favor de la querella y ordenaron al juez Yaya que de manera inmediata cite de nuevo a indagatoria a Michalec, pero esta vez bajo la figura de homicidio simple, atendiendo la consideración de la querella y así también a Ramos, que será interrogado por primera vez en la causa que lleva mas de un año investigándose.
Será el magistrado quien tenga en sus manos la facultad de decidir si corresponde cambiar la imputación a los sospechosos en consonancia con la acusación de la familia Warenycia, pero recién después que los indague. Si es así, ambos podrían quedar detenidos, incluso bajo prisión preventiva y hasta recibir severas condenas en un posterior juicio.
El hecho y las dudas
Cabe recordar que el siniestro ocurrió la mañana del domingo 25 de noviembre del 2015 en el acceso Sur a la ciudad, zona de la ex garita. Tanto la Fiat Adventure que manejaba Warenycia como el BMW de Michalec con otro cinco ocupantes iban en sentido Garupá-Posadas.
Al parecer, en un intento de sobrepaso por parte del BMW, éste impactó contra la parte trasera del rodado de la artista plástica, y terminó despedido de la calzada. A causa de ello, Warenycia murió en el acto, mientras que la joven y los otro cuatro ocupantes del auto, -entre ellos una menor de edad-, fueron trasladados al Madariaga con distintas lesiones.
Se supo luego que Michalec escapó ese mismo día del nosocomio cuando le dieron el alta, al darse cuenta que la Policía la estaba esperando para detenerla. Sus padres argumentaron luego que estaba deprimida y que no supo manejar la situación.
Las primeras horas fueron de total incertidumbre, ya que los investigadores no podían determinar quién era el que manejaba el auto de alta gama. En primera instancia, fuentes policiales habían indicado que el conductor era Belén (19) – algo que se terminó confirmando luego- , quien arrojó 1,27 puntos en el examen de alcoholemia, más del doble de lo permitido en ese entonces por la Ley Nacional de Tránsito.
Sin embargo, las sospechas cayeron luego sobre Oscar R. (53), quien tenía 1,20 gramos de alcohol en sangre. Según consignaron fuentes consultadas por este medio en su momento, la confusión se generó en base a cómo fueron rescatados los ocupantes del BMW luego del siniestro. La ubicación de los heridos dejó dudas en los pesquisas y es por eso que tardaron en confirmar realmente quién iba al mando del rodado.
Rápidamente después del accidente se pudo establecer mediante publicaciones de las redes sociales que los ocupantes del vehículo de alta gama – no tenía dominio – al parecer venían de San Ignacio, donde habían asistido a una fiesta privada e incluso llevaban una conservadora con bebidas alcohólicas en el baúl.
El miércoles 1 de diciembre la muchacha llegó a prestar declaración indagatoria a media mañana, acompañada de su abogad y luego de los trámites de rigor con el juez César Yaya, optó por guardar silencio.
El magistrado Cesar Yaya determinó a partir de esto una serie de medidas que la muchacha debe seguir al pie de la letra y que fueron determinantes para que obtuviera la libertad condicional. Este beneficio se ve ahora amenazado.