Descubren que dos narcos traficaron éxtasis en un vuelo en el que viajó Macri

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“¡Llegamos en horario! Comprobé por qué Aerolíneas Argentinas es una de las 20 empresas más puntuales del mundo ¡Felicitaciones al equipo!”, tuiteó Mauricio Macri el 26 de febrero junto a una foto de su pasaje Madrid-Buenos Aires. Acababa de aterrizar en Ezeiza en un vuelo de línea con la primera dama, Juliana Awada. Lo que no sabía es que entre los pasajeros viajaron Consuelo Martínez Muñoz (49) y Robinson Ocampo (32), dos colombianos detenidos horas más tarde con 21 kilos de éxtasis en sus valijas. Todo indica que trajeron la droga en la bodega del avión que compartieron con el Presidente.

El destino final de Muñoz y Ocampo era Santiago de Chile, adonde llegarían en otro vuelo de Aerolíneas pero que partía desde Aeroparque. Los traficantes salieron de Ezeiza sin ser detectados, gracias a que el semáforo de la Aduana les dio la luz verde y no escanearon su equipaje. Fue la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) la que encontró las pastillas poco después, cuando revisaron sus maletas en el aeropuerto porteño después de que hicieran el check in para volar a la capital chilena.

La pareja de colombianos tomó el vuelo 1133 de AA en Madrid, igual que el presidente Macri y su esposa, el 25 de febrero pasadas las 19. Despacharon las maletas en el aeropuerto de Barajas sin inconvenientes.

Ambos llegaron a Ezeiza y a las 4.30 hicieron el trámite de ingreso al país en Migraciones, sin retirar sus valijas. “El salió y luego, ya a las 7, le pidió a la PSA reingresar al sector de las cintas. Dijo que él y su compañera se habían olvidado sus valijas. Lo acompañó personal de la aerolínea y las dos maletas azules estaban allí. Las tomó y fue acompañado por el mismo personal a la zona de control aduanero”, detallaron fuentes del caso. Allí, la pareja tocó el botón del semáforo; como les salió luz verde, no escanearon su equipaje y se fueron.

A las 7.10, los colombianos subieron a una combi de la empresa “Tienda León” que los trasladó hasta Aeroparque, adonde llegaron 8.36.

Según se vio en las cámaras de seguridad, llevaban las mismas valijas azules que tenían en Ezeiza. Un rato más tarde, cuando las despacharon en el vuelo a Chile, las pasaron por el escaner y personal de PSA detectó la droga escondida en cinco paquetes camuflados en pisos falsos y en bolsillos laterales.

A Muñoz -que dijo trabajar como empleada doméstica- y a Ocampo -que dijo ser mesero de una discoteca, aunque es un ex policía colombiano-, los acusan de intentar exportar a Chile -donde tienen domicilio- los 21 kilos de droga que llevaban en las valijas. Eran 64 mil pastillas de éxtasis, valuadas en más de $ 12 millones, al parecer destinadas a la venta en el festival de rock Lollapalooza.

Ambos se negaron a declarar ante el juez Marcelo Aguinsky, quien este miércoles los procesó y les dictó la prisión preventiva. Recién cuando se conoció esta resolución fue que se supo que en el mismo avión iba Macri.

Ahora resta establecer el circuito de la droga, ya que la pareja estuvo en distintos puntos de Europa, como Bruselas. Además, ya habían realizado el mismo viaje en otras oportunidades, lo que aumenta las sospechas sobre un tráfico habitual.

Nadie duda de que la droga llegó de Europa. La propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó que fallaron los controles antidrogas en España. El problema, más allá de esto, es que así como subieron drogas al avión en el que iba Macri con su custodia también podrían haber subido armas o explosivos.

Una de las dudas del caso es por qué los colombianos dejaron las valijas en la cinta de Ezeiza durante dos horas y media. Una hipótesis es que estaban esperando un cambio de turno en la Aduana. A pesar de las versiones, no se sancionó a ninguna autoridad aduanera por el caso.

Hoy declararía ante el juez el chofer de “Tienda León” que trasladó a los detenidos a Aeroparque, para descartar que las valijas hayan sido manipuladas en su vehículo. También lo harán la empleada de Aerolíneas que los acompañó a buscar el equipaje después de que pasaran Migraciones en Ezeiza; y los peritos de Gendarmería Nacional, quienes deben informar “si es posible determinar el origen de acuerdo a la composición y elaboración de la sustancia secuestrada”.

Otra de las herramientas para confirmar que la droga llegó en el mismo avión que Macri es la solicitud que hizo el juez a las autoridades madrileñas para que envíen información sobre los controles hechos a las valijas en Barajas; la clave será el peso que tenían al ser despachadas para compararlas con el pesaje realizado en Aeroparque. Además se pidieron las imágenes de las cámaras del aeropuerto español.

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