Los ocho rugbiers condenados este lunes por el crimen de Fernando Báez Sosa pasaron la noche nuevamente en la Alcaidía del penal de Melchor Romero y quedaron a la espera de ser trasladados a una cárcel del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), informaron fuentes de la investigación.
Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Luciano Pertossi (21), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) regresaron anoche mismo a la Alcaidía 3 de Melchor Romero, la misma en la que cumplieron la prisión preventiva hasta el inicio del juicio por el asesinato de Fernando.
En esa dependencia permanecieron anoche separados en cuatro celdas con capacidad para dos personas y aislados del resto de la población carcelaria, por cuestiones de seguridad. “Están en las mismas celdas que antes, nada cambió”, dijo una fuente de la investigación.
Según fuentes policiales, la seguridad de los rugbiers es un tópico preocupante y muy delicado para el servicio penitenciario bonaerense.
“Tienen un buen comportamiento y un buen trato con el personal penitenciario que los controla”, contó un vocero, quien agregó que el jueves recibirán visitas de sus familiares, como lo hacían antes del juicio.
En general, se les permite la visita de dos familiares por detenido, que aprovechan para llevarles alimentos, ropa y libros o revistas.
Las fuentes consultadas aseguraron que ninguno de los ocho condenados pidió algún tipo de asistencia psicológica y que, dentro de la jornada clave que habían vivido el lunes, pasaron una noche normal.
Sin embargo, fuentes policiales señalaron que lo que genera obsesión y una gran ansiedad a los condenados es saber a qué prisión serán derivados.
El Servicio Penitenciario provincial trabajaba en determinar a qué penales podrían ser trasladados los rugbiers, ya que “es inviable que permanezcan en la Alcaidía de Melchor Romero” porque es un lugar de encierro en el que los presos solo pasan unos días hasta que son derivados a un pabellón.
Fuentes judiciales aseguraron que una de las posibilidades es que la Defensa pida el traslado de los ocho condenados al penal de Campana, ya que estarían cerca de sus familias, en la ciudad de Zárate.
Fuente: Página 12