El Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, presidido por Fernando Verón, dictó prisión preventiva para el delegado de la mesa policial salarial, Ramón Amarilla, y otros siete oficiales acusados de coacción, sedición y conspiración.
Los detenidos permanecerán en la Unidad Penal de Cerro Azul mientras avanzan las investigaciones sobre la presunta organización de una toma de la Jefatura de Policía de la Provincia.
La justicia ordenó la detención de los uniformados tras descubrirse un plan para llevar a cabo una nueva revuelta policial en Misiones. Las acciones, previstas para el martes 17 de septiembre, incluían el escrache a la vivienda de Carlos Rovira, exgobernador y figura del Frente Renovador, así como provocar un incendio y saturar las líneas del 911. La denuncia de un oficial que se negó a participar en el complot permitió iniciar las investigaciones.
El teléfono del oficial Diego Correa fue clave en el caso, revelando conversaciones en un grupo de Whatsapp denominado “Solo Cola”, donde se organizaba la logística de la revuelta.
Los mensajes planeaban la toma de una autobomba y patrulleros, con instrucciones específicas para provocar un incendio y realizar llamadas al 911. La operación buscaba más que un reclamo salarial: pretendía una amnistía para quienes participaron en un levantamiento anterior.
La prisión preventiva de los policías acusados de conspiración en Misiones marca un nuevo capítulo en la investigación de un plan que incluía acciones de alto impacto, como incendios y obstrucción de servicios de emergencia. La justicia continúa indagando para esclarecer todos los detalles del caso.
Con información de Mol