Una beba de un año y ocho meses perdió la vida en Laguna Naineck, Formosa, tras ser picada por un alacrán cerca de las tres de la mañana del viernes.
La pequeña fue trasladada inicialmente a un centro de salud local, pero ante la imposibilidad de recibir atención adecuada, la llevaron a Laguna Blanca. Allí, un médico de guardia le proporcionó los primeros auxilios. Sin embargo, debido a la gravedad de su estado, la derivaron al Hospital de La Madre y el Niño en la ciudad de Formosa. La bebé murió durante el traslado.
El Ministerio de Salud provincial investiga el caso mediante un sumario administrativo para esclarecer las responsabilidades en la atención médica.
Este trágico suceso ocurre semanas después de la muerte de un niño de 7 años en Sumampa, Santiago del Estero, también a causa de la picadura de un alacrán. El menor, que residía en el departamento Quebrachos, fue llevado de urgencia al hospital Eva Perón y luego derivado a un centro de mayor complejidad donde falleció en la Unidad de Terapia Intensiva.
La Sociedad Argentina de Pediatría subraya que las picaduras de alacranes, aunque peligrosas, son prevenibles y tratables. Entre los síntomas se encuentran el dolor intenso, hinchazón, y en casos severos, arritmias y convulsiones.
Para evitar el contacto con estos arácnidos, se aconseja no caminar descalzo, mantener las camas alejadas de las paredes y revisar la ropa y calzado antes de usarlos. Además, es importante mantener el hogar limpio, sin acumulación de escombros, y libre de cucarachas, que son su alimento principal.
En caso de picadura, se debe acudir de inmediato a un hospital, llevando el alacrán para su identificación si no retrasa la consulta. La Argentina cuenta con suficiente antiveneno distribuido en todas las provincias para atender estos casos.
Infobae