La pareja se había separado hace dos años pero él nunca dejó de hostigarla. Ocurrió en la localidad santiagueña de Ojo de Agua.
Micaela Elizabeth Corvalán se convirtió en la primera víctima de femicidio en lo que va del año en la provincia de Santiago del Estero. Este sábado su expareja la asesinó de dos balazos y después se quitó la vida. El hijo que tenían en común, un nene de 7 años, fue el único testigo de la trágica escena.
El llanto del menor fue lo que alertó a uno de los vecinos del domicilio ubicado a metros de la ruta nacional 9, en el barrio El Tala de Ojo de Agua. Preocupado, el hombre se acercó a ver qué era lo que ocurría y se topó con los dos cuerpos en el comedor de la casa.
De acuerdo a los primeros testimonios, Corvalán había puesto fin hace unos dos años a la relación con el papá de su hijo, Walter Román Gutiérrez, pero él no aceptaba la separación. Este fin de semana, cuando el hombre fue a su casa para almorzar con el menor, se desató la tragedia.
Gutiérrez, un policía de la provincia de 31 años, disparó dos veces contra la mujer. Uno de los balazos, impactó en la cabeza de Micaela y la mató en el acto. Inmediatamente después, se pegó un tiro en la sien y cayó muerto a pocos metros del cuerpo de ella.
“No te bastaba con hostigarla todo el tiempo, seguirla, cuestionarla…Mica ya había dicho basta, qué te costaba aceptar (…) Nunca vamos a entender por qué lo hiciste Román, ni mucho menos te vamos a perdonar! Te llevaste a la negra, nuestra Mica y con qué derecho? Lo hiciste sin importar la vida de Benja, Dios danos la fuerza para soportar tanto dolor con esta desgracia y poder estar todos fuertes por Benjamin que quedó sin su mamá y papá”, escribió en las redes una allegada a la víctima.
El caso es investigado por la fiscal de género Lucía González Farías, quien caratuló el expediente como femicidio seguido de suicidio. En tanto, se dispuso que el nene que fue testigo del horror reciba asistencia psicológica y permanezca bajo la custodia de un familiar.