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Hace un mes, Lázaro Báez llamó a Segundo Videla, su jefe de Seguridad y los despidió. Sin mayores explicaciones, removió al menos 20 personas que se ocupaban de la custodia de su familia, de diferentes campos y firmas propiedad del Grupo Austral. Esta semana Videla -que hace trece años trabajaba para los Báez- recibió una carta firmada por el empresario preso hace un año, en la que le prohíbe el acercamiento a cualquier empresa y/o vivienda del grupo familiar, y le exige la entrega de su vehículo “y de cualquier elemento de trabajo”, todo en el plazo de 72 horas.
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Con mayoría de ex policías, con salarios promedio de 20.000 pesos por mes, cada uno, el empresario K preso hace once meses decidió remover a los responsables de la seguridad de su familia y de varias de sus sedes comerciales. Por teléfono, escueto y sin mayores argumentos, hace un mes Lázaro Báez le dijo a Segundo Videla -ahora su ex jefe de Seguridad-, que prescindía de sus servicios. Así, en pocos días empezó la renovación de una amplia estructura de personal que se ocupaba de la custodia familiar.
Más de 30 personas conformaban el dispositivo de seguridad que dirigía Videla, y que incluye el monitoreo de las empresas, las propiedades familiares, campos y otras dependencias del Grupo Austral. Un importante número de los ex policías, tenía como única consigna la vivienda familiar ubicada en Villarino 126, donde vive Norma Calismonte -ex esposa del empresario K- y también la madre de Báez, de 89 años y que cuenta con un delicado estado de salud hace tiempo.
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La orden de Lázaro Báez llegó la semana pasada a través de una carta firmada por él desde el Penal de Ezeiza. Dos párrafos y un punteo de tres exigencias con su firma y fecha del 20 de abril, le informó “la prohibición de ingresar a cualquier dependencia, predio y/o propiedad de todas las dependencias de las empresas en las que cuales soy accionista”, también le prohibió a Videla que no se acerque a las dependencias “del grupo familiar”.
Como accionista mayoritario de Austral Construcciones, el empresario K firmó la nota donde además exige que su ahora ex jefe de seguridad “devuelva el vehículo que utiliza de la empresa”, “cualquier elemento de trabajo perteneciente a la empresa” y que se “tenga por notificado mediante la presente la prohibición de incidir en cualquier ámbito de la empresa, incluyendo intervenir en la seguridad de la empresa y/o seguridad de mi familia“.
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El plazo que otorgó Báez para el cumplimiento de estas exigencias, es de 72 horas. Videla, un hombre cercano a Leandro Báez, no quedó exento de las internas familiares y el empresario kirchnerista decidió que uno de los serenos de Austral Construcciones, Daniel Contreras, comience a dirigir el dispositivo de seguridad del grupo empresarial y familiar, y con él deberán reacomodar a otro grupo destinado a la seguridad de las empresas y otras propiedades del Grupo Austral, como los campos en cercanía a El Calafate.
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