Este domingo 8 de junio, los misioneros concurren una vez más a las urnas para elegir sus representantes legislativos. Como en cada elección, la democracia se renueva con el ejercicio pacífico y libre del derecho al voto, consolidando el camino institucional que distingue a Misiones en el concierto de las provincias argentinas. “La salud de una sociedad democrática puede medirse por la calidad de funciones que ejerce el ciudadano”, escribió Alexis de Tocqueville, y en la Tierra Colorada ese ejercicio se expresa con claridad cada vez que el pueblo acude a votar.
Por Fernando Retamozo. Politólogo y Periodista.
El voto es fundamental en una democracia, ya que es el mecanismo mediante el cual los ciudadanos expresan su voluntad y eligen a sus representantes. A través del sufragio, cada persona tiene la oportunidad de influir en las decisiones que afectan su vida y la de su comunidad. No se trata solo de un derecho consagrado en la Constitución, sino también de un deber cívico. Comprender su valor implica reconocerlo como una herramienta de transformación y de defensa de lo construido. Votar es también una forma de cuidar lo logrado.
En este marco, más de un millón de misioneros —1.002.188 ciudadanos habilitados— están llamados a las urnas para participar de las elecciones legislativas 2025. Se elegirán 20 diputados provinciales titulares y 7 suplentes, en reemplazo de los legisladores cuyo mandato finaliza este año tras haber sido electos en 2021. Además, en 10 municipios se votarán concejales y, en el caso de Oberá, también se elegirá al defensor del pueblo.
En la Tierra sin Mal, donde el modelo provincial ha consolidado avances en salud, educación, infraestructura y empleo, el voto adquiere una dimensión aún más significativa: se convierte en un instrumento para sostener y proyectar ese desarrollo. Cada decisión en las urnas impacta directamente en las políticas públicas que seguirán fortaleciendo a la provincia.
El contexto electoral es seguido con atención, no solo por su impacto en la vida provincial, sino también como termómetro de las dinámicas políticas en el interior del país. Misiones, con su modelo propio, llega a esta instancia en un clima de paz social, de crecimiento sostenido y de respeto absoluto por la diversidad de opciones políticas, demostrando que aquí la pluralidad no es un discurso, sino un hecho concreto. Nadie puede decir que no tuvo la posibilidad de participar, y la ciudadanía cuenta hoy con múltiples propuestas para ejercer su derecho a elegir.
Mientras muchas regiones del país enfrentan dificultades, la economía misionera muestra signos de vitalidad. Con récord de apertura de nuevos comercios en los últimos meses y un turismo que no deja de crecer —impulsado por nuevas rutas aéreas que conectan la provincia con el resto del país—, Misiones sigue apostando al desarrollo productivo y a la generación de empleo genuino.
La salud pública, otro pilar del modelo misionero, exhibe logros que pocas provincias pueden mostrar. La incorporación de un moderno PET para diagnóstico oncológico, un robot cirujano de última generación y la atención integral a personas con discapacidad son solo algunos ejemplos de un sistema sanitario de excelencia que continúa expandiéndose.
En materia educativa, la provincia transita el año sin conflictos ni interrupciones, garantizando el derecho a la educación plena. La gestión provincial, además, ha sostenido un fuerte compromiso con sectores históricamente vulnerables como los jubilados y trabajadores, con políticas activas que cuidan y promueven la inclusión.
En un escenario nacional donde el equilibrio fiscal y la salud encabezan los debates públicos, Misiones muestra que es posible mantener las cuentas ordenadas sin resignar derechos esenciales. La provincia ha sabido acompañar aquellas políticas nacionales que apuntan a la estabilización económica, pero también ha sabido marcar un rumbo propio, priorizando siempre las necesidades de su gente.
Este domingo es un día importante para reafirmar estos valores, para celebrar la democracia y para seguir apostando a un futuro en el que el trabajo, la salud, la educación y el respeto sean las bases del crecimiento sostenido. Cuidar lo logrado también es elegir con responsabilidad, con memoria y con compromiso.
