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El embajador radical Leandro Despouy renunció al cargo de representante especial para asuntos de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores para asumir funciones como experto independiente de la Comisión de Control de Ficheros de Interpol. En conferencia de prensa, la canciller Susana Malcorra negó que la renuncia tenga que ver con el manejo del caso de Milagro Sala en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que reclamó la liberación de la dirigente social K. Despouy.
Despouy, de muy buenos vínculos con Elisa Carrió, será un testigo importante cuando la CIDH visite la Argentina por el caso Sala. Como titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) impulsó informes sobre el desvío de fondos de cooperativas de Sala con fondos de planes de viviendas. La semana pasada, Sala denunció a Despouy como parte de un supuesto complot para perjudicarla ante la CIDH.
“Es la primera vez que un argentino ocupará ese cargo, que reviste una enorme importancia ya que se trata de controlar el cumplimiento de las normas que regulan las denominadas circulares rojas y tiene la responsabilidad de determinar, junto a otros cuatro expertos, cuáles son aquellas que se deben mantener o retirar del fichero de solicitudes de detención realizadas a nivel internacional”, indicó la Cancillería en un comunicado. Las circulares rojas son muy importantes para la causa AMIA donde hay cinco iraníes con pedidos de captura internacional.
Despouy fue designado en Interpol por la Asamblea General de dicho organismo, en Bali, Indonesia, el 11 de noviembre de 2016, a propuesta de Cancillería y del Ministerio de Seguridad de la Nación, indicó un comunicado oficial donde se informó que hoy la canciller Susana Malcorra le aceptó la renuncia al cargo de representante especial para asuntos de Derechos Humanos de la cartera.
Malcorra ya había desplazado a otro embajador de carrera, Carlos Forradori, quien está vinculado también a la UCR y era su vicecnaciller.
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