Fabricante de Óreo, Pepitos y Milka paraliza su producción en la planta de Pacheco por la crisis nacional

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En medio de una profunda recesión que golpea a múltiples sectores industriales en todo el país, Mondelez anunció un parate de 21 días en su planta de Pacheco, una de las mayores del país. La medida, que regirá entre el 14 de diciembre y el 5 de enero, encendió alarmas entre los 2.300 trabajadores, que temen suspensiones o despidos futuros.

La empresa explicó que la decisión responde al sobrestock generado por la caída del consumo y de las ventas, que según delegados alcanzó trece mil toneladas menos que el año pasado. Se trata de la primera vez que la planta detiene totalmente su actividad por motivos productivos y no técnicos.

Para atravesar este período, Mondelez ofreció a su personal una semana de vacaciones pagas al ciento por ciento y otra de licencia remunerada. Más de 1.300 trabajadores se anotaron voluntariamente, mientras que el resto realizará tareas menores de mantenimiento. En este sentido, el delegado Jorge Penayo afirmó:
“El parate es una decisión de la empresa. Este contexto no lo generamos los trabajadores”.

Aunque la compañía garantizó el pago de salarios, bono de fin de año, beneficios tradicionales y un voucher de $53.000 para la proveeduría interna, la incertidumbre persiste. Penayo advirtió: “El problema va a ser cuando regresemos de vacaciones y no haya producción. Ahí vamos a estar complicados”.

La incertidumbre laboral que alarma a 2.300 trabajadores

El freno en Mondelez no es un hecho aislado. Plantas de alimentos, textiles, metalúrgicas y automotrices ya enfrentan suspensiones o despidos. El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos (STIA), Sergio Escalante, sostuvo: “Esta situación es el resultado de políticas económicas que están provocando caída del consumo, de la producción y del trabajo”.

Penayo ya había advertido que la empresa enfrentaba un mercado estancado y que seis de las siete categorías salariales estaban por debajo de la canasta básica. La combinación de caída de ventas y deterioro del poder adquisitivo profundizó la crisis que hoy afecta a la planta.

Con el parate extendido hasta el 5 de enero, la principal preocupación de los trabajadores es qué ocurrirá después de las vacaciones. Suspensiones, despidos o una reducción de la operación permanente son las preguntas que permanecen sin respuesta. Mientras tanto, el sindicato mantiene la negociación abierta para evitar un desenlace más grave.