Fátima Cardozo y Greta Vivero expondrán en Estados Unidos los resultados de su investigación sobre el cultivo orgánico de frutillas en material inerte. Son estudiantes del sexto año del Instituto de Enseñanza Agropecuaria (IEA) 7 de Garupá y el año pasado obtuvieron la medalla de oro en la categoría de agro en la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología en Córdoba.
Ahora se encuentran realizando los preparativos para su presentación en la instancia internacional que se llevará a cabo en Los Ángeles, California, del 14 al 19 de este mes. Allí compartirán con jóvenes de más de 75 países.
Las chicas viajarán el próximo miércoles, acompañadas por la docente María Verónica Rosñiski, coordinadora del proyecto escolar desde la primera hora, y en representación de sus compañeros y de la educación pública de Misiones y del país.
El Territorio dialogó con las jóvenes en el establecimiento sobre ruta 105 en Santa Inés. Relataron la elección del tema de investigación y cuánto creció el proyecto desde junio del año pasado. También, resaltaron la ayuda de sus pares y docentes.
“El proyecto comenzó en la materia de práctica profesionalizante y se nos ocurrió en una clase, cuando fuimos a las chacras de la zona y vimos que los productores tenían problemas con el cultivo tradicional de frutillas, que las plantas se enfermaban y daban frutas no tan buenas o directamente no daban frutas”. Entonces buscaron una solución para mejorar los cultivos y el rinde y que sea amigable con el ambiente. “Diseñamos una estructura que permita cultivar sin tocar la tierra, a 1,10 metros del suelo y para aprovechar el espacio”, explicaron.
Así, diseñaron una especie de canales con base de madera, por las que se sujetan alambres, entre los alambres se dispone un plástico transparente y se recubre con plástico negro, se rellena con sustrato hecho a base de cáscara de arroz quemada y el riego se hace por goteo y al mismo tiempo, se fertiliza.
“En el sistema tradicional de cultivo se necesita combatir los hongos y bacterias con pesticidas y otros químicos, pero con este sistema no tradicional el sustrato mantiene la humedad y se adiciona el alimento para la planta pero es completamente orgánico, no tiene ningún químico, no se fumiga”, enfatizaron.
Eligieron como sustrato la cáscara de arroz, que fue donada por una arrocera. Este material se carbonizó y se desinfectó. “Este proceso se hace de manera artesanal, en un tambor se carboniza a fuego alto y después para desinfectar también se utiliza un tambor y abajo se enciende el fuego, se coloca agua y una rejilla, sobre la rejilla va la cáscara y cuando sale el vapor limpio ya está desinfectado”, indicó Greta.
Mientras, Fátima aportó: “Este sistema tiene muchos beneficios, se aprovecha mejor el espacio”. Por metro cuadrado, entran entre diez y doce plantas, mientras que en la tierra, en este mismo espacio, entran de cinco a ocho. Además, el cultivo elevado es otra ventaja, “los productores de la zona son gente de edad y así no deben trabajar agachados”.
Otra bondad es que casi ninguna planta se pierde y cada plantín da un kilogramo de fruta de excelente calidad y tamaño.
“Se cultiva en abril y se cosecha en agosto y septiembre y hasta noviembre, el sustrato dura dos años y la estructura ya queda; queremos desarrollar un sistema de escaleras para aprovechar mejor el espacio y que no se pierda nada el fertilizante, ahora estamos llevando todo en maquetas y documentado en fotos y videos porque no podemos transportar la planta, pero sería muy bueno que se pueda seguir investigando y que algún productor o cualquier vecino en su casa adopte este método”, coincidieron.
Las investigadoras tienen el sueño de ganar en Norteamérica y de hacer conocer algo de la cultura y de la tierra misionera. “Nos encantaría poder ganar pero somos conscientes de que participar es una gran experiencia”.
El año que viene, las jóvenes irán a la universidad. Greta quiere estudiar la carrera de ingeniera agrónoma y Fátima eligió ciencias de atmósfera, que se cursa en la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Mi mamá no tiene muchos medios para que yo estudie en Buenos Aires, pero estoy segura de que ese es mi camino y sería muy bueno poder obtener una beca y si no la consigo voy a estudiar y trabajar”, finalizó.
Por último, la profesora detalló que “las chicas están estudiando inglés y preparando el proyecto, el Ministerio de Educación costea los pasajes y la estadía, ya tenemos la visa, es un gran orgullo para nuestra escuela poder participar y también como docentes estamos orgullosos de nuestras estudiantes”.
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