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La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (Fada) conformó un “medidor” que permite analizar cómo se va construyendo el precio en productos esenciales como la leche, el pan y la carne; en los que hay una importante brecha entre el valor en la tranquera y el precio que paga el consumidor en la góndola.
A partir de esta herramienta se determinó que en la actualidad la cadena de la leche arroja un resultado de pérdida económica del 4,8%. En el caso de la carne, la utilidad alcanza apenas el 2% y el pan, en cambio, logra una ganancia del 19,4% en su cadena.
Este nuevo “informe medidor” de Fada detalla la formación del precio desde que la producción primaria sale del campo hasta que llega a la góndola y describe la incidencia de los diferentes costos.
En el caso puntual de la leche, que es el único de los cuatro productos con resultado negativo, vale aclarar que todos los eslabones tienen pérdidas. En el caso del tambero, el saldo negativo es de 50 centavos por cada litro, la industria pierde 21 centavos y el comercio 13 centavos.
“La leche es un producto al que el supermercado le aplica un margen menor, ya que se la considera un producto gancho o de atracción y ese resultado puntual se compensa entonces con márgenes de otros artículos”, contó David Miazzo, economista jefe de la fundación.
El estudio analiza a fondo el impacto de los costos sumados a los impuestos. En la cadena cárnica, al igual que en los indicadores de precios para leche, queso y pan, los salarios y el traslado de la mercadería son los de mayor ponderación, siendo el 1,45% y 10,69% sobre el precio de mostrador.
Cuando se observan los eslabones del pan alcanzan un componente de costos del 52,2% e impuestos por el 28,4%. “Allí nuevamente –señaló Miazzo- de los costos totales de la cadena, una porción importante queda en poder de fletes y salarios”.
“En la cadena lechera, los costos marcan un pico del 81,2%, sobre lo que se incorpora un peso impositivo del 23,6% con lo que se termina configurando el señalado escenario de pérdida económica”, advirtió el economista.
Finalmente, en el caso del queso, sobre el precio final la cadena tiene un nivel de costos del 68,58% y la mayor carga impositiva de las cuatro producciones analizadas: 29,67%.
Esta herramienta de análisis será uno de los temas que se presentará en el segundo congreso que organiza la Fundación Fada y que se realizará el 11 y 12 de mayo en Río Cuarto (Córdoba).
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