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La pomposa cena de cumpleaños de los reyes de Noruega tuvo un protagonista inesperado por una razón tan curiosa como difícil de explicar. Es que el príncipe Haakon, heredero al trono del país escandinavo, confundió a todos al mostrarse con y sin barba durante la misma velada. Y ahora, claro, todos se preguntan si se fue a afeitar o si usó una barba postiza.
Haakon, de 43 años, hizo el cambio de look en el medio de la celebración conjunta en el palacio real de Oslo por la llegada a los 80 años de sus padres, el rey Harald (los cumplió en febrero) y la reina Sonia (cambiará de década en julio), que contó entre los invitados con monarcas de toda Europa. En un momento, el príncipe, que empezó la cena con una prolija barba, se levantó para ir –según presume la prensa europea– al baño. Al volver, todos quedaron atónitos: ya no lucía su vello facial.
Haakon con su mujer, la princesa Mette-Marit, al salir de la celebración. AFP.
A falta de una explicación oficial sobre la modificación, la prensa noruega empezó a especular con distintas hipótesis: mientras algunos aseguran que se trató de una apuesta con otros invitados, otros dicen que la modificación de su aspecto fue para cumplir (a último momento) una promesa que les había hecho a sus padres. También están los que dicen que al príncipe le encanta hacer bromas y los que creen que simplemente puede haberse tratado una decisión motivada por la picazón.
Haakon, hijo único de los monarcas noruegos, es el primero en la línea de sucesión al trono. El príncipe está casado, tiene dos hijos y suele salirse del protocolo: ayer, por ejemplo, protagonizó un divertido momento al ponerse a bailar en el balcón del palacio real, frente a sus padres y miles de asistentes.
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