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Luego de que finalizara la movilización de mujeres en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de policías de la Metropolitana se llevó detenidas a 20 personas, la mayoría de ellas mujeres. Por la fuerza, y dos horas después de que se denunciaran incendios frente a la Catedral, efectivos actuaron contra ellas: “Personal de civil, sin ningún tipo de identificación, golpeó, humilló y detuvo a más de una docena de mujeres sin acreditar en ningún momento la comisión de delito alguno”, denunciaron desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que pedirá un informe al ministro de Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo.
“El operativo, realizado dos horas después de terminada la marcha, estuvo signado por la violencia institucional desde un comienzo. Esgrimiendo como argumento una supuesta participación en desmanes, que nunca se acreditaron, los policías que responden a Martín Ocampo, detuvieron a un gran número de mujeres, jóvenes en su mayoría, que salían de una pizzería a más de cinco cuadras del lugar de los disturbios”, explicó Arturo Pozzali, defensor adjunto de la Ciudad, en un comunicado.
“No conforme con ello, golpearon y detuvieron a otras tres mujeres que se negaron a dejar de filmar el procedimiento. Una de ellas, hermana de una sargento de la Policía Metropolitana, una segunda, periodista de Página 12 y dos fotógrafas que eventualmente se encontraban en el lugar”, agregó.
La explicación coincide con el relato de Jose Nicolini, fotógrafa de la revista Rumbos (Grupo Clarín) y del diario Página 12. En un video publicado en Facebook, puede verse cómo se la lleva la policía.
“Había hecho fotos para el suplemento Las 12 del diario, y después volví a comer una pizza sobre la calle Perú. Se largó a llover, y por eso estábamos en el alero de la pizzería, esperando a que pare. Fue entonces cuando llegaron corriendo una patota de policías, con varios de civil, y nos dicen de manera muy violenta que circulemos”, contó a Clarín Josefina Nicolini.
En ese momento, una de las mujeres que se encontraba en el restaurante le dijo a los policías: “Esto no es un Estado de sitio“, y fue entonces cuando, según Nicolini, la Policía amenazó con llevar carros hidrantes. “Ahí se llevaron a una de las chicas, entonces me metí para defenderla y me agarraron a mí. Me arrastraron dos cuadras, hasta que les dije que podía caminar, y que me iban a robar la moto, que necesitaba ir a buscarla”, contó. La fotógrafa pudo salir de esa situación, pero a varias de sus compañeras las llevaron detenidas. Además, Nicolini contó que les decían “negras de mierda” y “putas”.
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Las detendias fueron trasladadas por diversas comisarías de la Capital, hasta que las llevaron a la Comunal 4 de la Policía Metropolitana. “Allí fueron desnudadas, revisadas y finalmente alojadas en calabozos, en los que ni siquiera pudieron descansar por la gran cantidad de materia fecal encontrada en pisos y paredes”, contó el defensor adjunto. María Rachid, ex directora del Inadi y referente del colectivo LGBT, dio más datos sobre las detenidas: 9 feuron a la comisaría 30, 8 a la Alcaldía de la Comuna 4 (habían estado antes en la Comisaría 1era) , 2 a la Comisaría 4ta y una menor en el instituto de Menores Inchausti.
“Las golpearon, maltrataron, insultaron, les rompieron la ropa, les gritaron negras de mierda. Muchas tenían la ropa rota y algunos moretones”, denunció Rachid. En la Alcaldía de la Comuna 4 no podían sentarse porque había materia fecal en los colchones”, agregó.
Ocampo se refirió a la situación: “El operativo policial fue intentar terminar con la violencia que algunos pocos estaban generando. Nosotros no creemos que la violencia machista se pueda combatir con más violencia. Hicimos ese operativo policial para quienes toman esas actitudes violentas“, dijo en declaraciones a La Once Diez. Cuando en el programa de radio le preguntaron por esta situación, que ocurrió dos horas más tarde que los incidentes a los que hacía alusión, Ocampo dijo que “en algunos casos las detenciones no se hacen en el momento, sino que se hace todo un sistema para que se genere menos impacto y menos violencia”. La figura de la detención fue por “daño”, según explicó Ocampo.
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“La seguridad de Buenos Aires no puede quedar reducida a la realización de depender de la realización de razias. Todo indica que las personas detenidas fueron seleccionadas por las fuerzas de seguridad conforme lo ameritó la necesidad incitar una caza de brujas del movimiento feminista”, denunció Pozzali.
Otra de las detenidas fue Laura Arnés, periodista del diario Página 12. Según denunció en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), les hicieron sacar la ropa.
La defensoría del pueblo, así, pedirá explicaciones en el informe: “Exigimos saber quién ordenó el operativo, quiénes estuvieron a cargo, quién ordenó la infiltración en la marcha por agentes de civil, cuál es el protocolo que indica que para detener a una mujer que no ofrece resistencia es necesario que tres policías la golpeen y la trasladen tomada de los pelos“, cerró Pozzali.
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