Entierros dentro del hospital de Gaza cercado por fuerzas de Israel

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Los cuerpos generaban un hedor insoportable y representaban un riesgo de infección, reveló un médico.

Las personas atrapadas dentro del hospital Al Shifa de Gaza planeaban comenzar a enterrar cuerpos dentro del recinto hospitalario el martes sin la aprobación israelí porque la situación se tornó insostenible, según informaron dos fuentes del nosocomio.

El cirujano Ahmed Al Mokhallalati y el portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf Al-Qidra, evaluaron en entrevistas telefónicas separadas desde dentro del complejo que más de 100 cadáveres se habían acumulado allí, creando una crisis sanitaria aguda.

“Estamos planeando enterrarlos hoy en una fosa común dentro del complejo médico de Al Shifa. Va a ser muy peligroso ya que no tenemos ninguna cobertura o protección del CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja), pero no teníamos otras opciones, los cadáveres de los mártires comenzaron a descomponerse”, expresó Qidra.

La situación era trágica al punto que “los hombres estaban cavando” mientras se desarrollaba la conversación telefónica, según puntualizó.

El hospital, asediado por las fuerzas israelíes y cerca de donde se produjeron intensos combates con Hamás, dejó de funcionar con  normalidad, sin electricidad, agua y otros elementos básicos insuficientes.

Mokhallalati confió que los cuerpos generaban un hedor insoportable y representaban un riesgo de infección.

“Hoy llovió un poco… Fue realmente horrible, nadie podía ni siquiera abrir una ventana. Desafortunadamente, los israelíes no han recibido  aprobación para siquiera enterrar los cuerpos dentro del área del hospital”, señaló.

En declaraciones que publicó la agencia de noticias Reuters, abundó: “Para enterrar 120 cuerpos se necesita mucho equipo, no puede ser con esfuerzos manuales y con esfuerzos de una sola persona. Se necesitarán horas y horas para poder enterrar todos estos cuerpos”.

Las fuerzas israelíes bombardearon el sur de Gaza este martes después de que tanques avanzaran hasta las puertas del hospital más grande del enclave en el norte, donde funcionarios de salud dicen que decenas de pacientes, incluidos bebés, perecieron debido a la falta de energía y los duros combates.

El hospital está rodeado de tanques del ejército de Israel, según el cual el establecimiento se halla sobre túneles que albergan un cuartel general de los combatientes de Hamas que utilizan a los pacientes como escudos.

Sólo se permite la entrada de una pequeña cantidad de ayuda humanitaria a la sitiada Gaza mientras que las fuerzas israelíes continúan con su campaña militar en respuesta al mortal ataque de Hamas del 7 de octubre contra el sur de Israel.

Las agencias de la ONU y la Cruz Roja advirtieron sobre un “desastre humanitario” que envuelve al pequeño enclave de 2,3 millones de personas controlado por Hamás, con un empeoramiento de la escasez de alimentos , combustible, agua potable y medicinas.

Israel, que de hecho bloquea Gaza, rechazó un alto el fuego, alegando que Hamás lo utilizaría para reagruparse, pero permitió breves “pausas” humanitarias.

Se estima que más de 1,5 millones de personas en la Franja de Gaza están desplazadas internamente, incluidas casi 800.000 personas que se alojan en al menos 154 refugios de la ONU, informó la oficina humanitaria de la ONU (OCHA).

La escasez de alimentos y agua, incluso en el sur, mejor abastecido, empeoró y los comerciantes informaban que los estantes estaban vacíos.

Desde el 7 de noviembre, ninguna panadería estuvo activa debido a la falta de combustible, agua y harina de trigo, así como por los daños estructurales, informó OCHA.

Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, apuntó que se estaban cubriendo alrededor del 39% de las necesidades alimentarias.

Dos contratistas de distribución de agua en el sur de Gaza dejaron de operar el 13 de noviembre debido a la falta de combustible, dejando a 200.000 personas sin acceso a agua potable, informó la UNRWA.

El depósito de combustible de la UNRWA en Gaza se secó y dentro de unos días la agencia ya no podrá reabastecer los hospitales, eliminar las aguas residuales y proporcionar la que es potable, reportó su jefe.

La entrada de combustible sigue prohibida por Israel, que afirma que podría desviarse a Hamás con fines militares.