Un terremoto de magnitud 6,9 sacudió Filipinas y dejó al menos 60 muertos

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El sismo, con epicentro frente a la isla de Cebú y apenas 10 kilómetros de profundidad, causó pánico, derrumbes y cortes de energía. Las autoridades advierten que el número de víctimas podría aumentar.

Un fuerte terremoto de magnitud 6,9 golpeó la región central de Filipinas la noche del martes y dejó al menos 60 muertos, según datos preliminares de la Oficina de Defensa Civil. El epicentro se ubicó frente al extremo norte de la isla de Cebú, a tan solo 10 kilómetros de profundidad, lo que incrementó su poder destructivo.

El Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres informó que al menos 22 edificios se derrumbaron o resultaron dañados en la zona, mientras continúan las labores de rescate en busca de sobrevivientes. En la ciudad de Bogo se confirmaron 27 fallecidos y 37 heridos, en tanto que se desconoce el número total de desaparecidos.

La gobernadora de Cebú, Pamela Baricuatro, transmitió un mensaje en vivo instando a la población a mantener la calma, alejarse de estructuras inestables y estar alerta ante posibles réplicas. “Podrían haber personas atrapadas bajo edificios colapsados”, advirtió Wilson Ramos, responsable provincial de rescate, quien confirmó que la oscuridad y las réplicas complican las operaciones.

Testimonios de residentes reflejan el impacto del sismo: un bombero de San Fernando describió cómo los casilleros de su estación “se movieron de lado a lado”, mientras que en la turística Bantayan vecinos presenciaron el derrumbe parcial de una iglesia y el colapso de un edificio comercial y una escuela.

La Corporación Nacional de Red Eléctrica de Filipinas confirmó interrupciones en el suministro eléctrico en Cebú y otras islas del centro del país. Aunque el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico descartó un riesgo de tsunami, las autoridades locales mantienen la vigilancia.

Filipinas se encuentra sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde los terremotos son frecuentes debido a la intensa actividad sísmica. Sin embargo, la magnitud y superficialidad de este evento lo convirtieron en uno de los más letales de los últimos años.

Las autoridades provinciales reiteraron el llamado a la solidaridad: se solicitaron voluntarios médicos para atender la emergencia y se activaron refugios temporales para los damnificados. La cifra de víctimas, advirtieron, aún podría aumentar a medida que avancen las tareas de búsqueda y rescate.