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Los milagros y Diego Aguirre van de la mano en la Copa Libertadores. La increíble historia se comenzó a tejer el 31 de octubre de 1987 en Santiago de Chile, cuando el uruguayo marcó un gol decisivo para Peñarol. Y se confirmó anoche cuando su San Lorenzo logró una angustiosa clasificación a los octavos de final. Algo está claro: Aguirre y la Copa se llevan muy bien.
Cuando Aguirre tenía apenas 22 años, ya había convertido cuatro goles en la Copa Libertadores 1987, pero todavía le faltaba hacer el más importante, el de la hazaña. Peñarol y América de Cali habían ganado una final cada uno y entonces la definición se traslado al estadio Nacional de Santiago de Chile. En la ida, los colombiano habían ganado 2 a 0. En Montevideo, fue 2 a 1 para los uruguayos con un tanto de Aguirre. El tercer partido tenía un condimento especial: en caso de empate en los 90 minutos se debía jugar un tiempo suplementario. De persistir la igualdad, el título quedaría en manos del América por la diferencia de gol.
El gol de Belluschi que cambió todo
La historia ya es conocida. Iban 0-0 a los 119 minutos, cuando Aguirre recibió un pase de Jorge Villar, ingresó al área y sacó un zurdazo cruzado que hizo inútil la estirada del arquero Julio César Falcioni. Gol y hazaña del Peñarol que dirigía Oscar Washington Tabárez. Gol y desilusión para el América que perdía su tercera final consecutiva, y que hasta el día de hoy sigue sin poder coronarse campeón de América.
La Fiera Aguirre, un delantero que comenzó su camino en el Liverpool uruguayo, escribió su nombre en la historia grande de Peñarol y marcó un camino. Dejó una enseñanza. Que hay que luchar hasta último momento. Que no hay que entregarse nunca. Y que cuánto más difícil, mejor.
San Lorenzo consiguió el milagro en el descuento y sigue en la Copa
Pasaron 30 años de aquella proeza y Aguirre les trasladó esas ideas a los jugadores de San Lorenzo, que anoche lograron una milagrosa clasificación. Porque el Ciclón comenzó su camino en la Copa con dos derrotas (4 a 0 con Flamengo y 1 a 0 con Paranaense) y un empate (1 a 1 con Universidad Católica). Y cuando parecía que su suerte estaba sellada, hilvanó tres triunfos consecutivos. Un angustioso 2-1 ante los chilenos, un contundente 3-0 frente al Paranaense en Brasil y la victoria de anoche contra Flamengo en el Nuevo Gasómetro, que es un capítulo aparte.
El uno por uno del milagroso San Lorenzo
Porque San Lorenzo, que venía de dos eliminaciones en fase de grupos, perdía desde los 14 minutos del primer tiempo y lo empató con esfuerzo a 15 del final. Y en un final de película, coqueteó con la eliminación, ya que con la igualdad dependía del resultado entre Católica y Paranaense. El gol del equipo brasileño en Chile, cerca del final, lo dejaba afuera. Ya en el descuento, Fernando Belluschi se disfrazó de Aguirre: entró por la izquierda, pateó cruzado de zurda y, con una definición similar a la de su DT ante el América, consumó un milagro. Como el que había conseguido su entrenador hace 30 años.
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