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Con la cinta de capitán en su brazo izquierdo, Lionel Messi adquirió carácter dentro de la cancha. Ya no es solo el mejor jugador, sino también uno de los que más protesta cuando no está de acuerdo con una decisión arbitral. En el duro duelo con Chile en el Monumental, el argentino vivió un tenso cruce con uno de los jueces de línea de la terna brasileña.
Estaba por terminar el primer tiempo cuando el argentino le protestó a Dewson Silva una infracción que le cobró sobre Gonzalo Jara en la mitad de la cancha. Un gesto y un insulto lanzados hacia el línea hicieron temer con una tarjeta amarilla. Sin embargo, Silva se limitó a explicarle por qué había cobrado la infracción, sin informar a Sandro Ricci, el árbitro del partido.
Hombre memorioso, Messi no pudo contenerse cuando terminó el partido, pese a que pareció que Sergio Agüero quiso evitar lo que su amigo iba a hacer. Como capitán de Argentina fue a saludar a la terna arbitral. Primero le dio la mano a Ricci, luego al asistente número 1, Marcelo Vangasse, y cuando le tocaba el turno a Silva solo lo miró y le dedicó otro gesto.
Pese a lo sucedido, desde el vestuario, los jueces confirmaron que “Messi no fue informado”. Alivio para Edgardo Bauza, que podrá contar con él en la dura visita a Bolivia en la altura de La Paz.
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