Oberá Tenis Club (OTC) y Boca Juniors jugarán los cuartos de final de la Liga Nacional de básquet a través de una serie que los enfrentará al mejor de cinco partidos para determinar un lugar en las semifinales.
Ambos jugaron una fase regular muy parecida y tienen varias individualidades entre las mejores de los principales apartados estadísticos de ese segmento de la competencia. Esos argumentos, que hacen a la buena actualizad de los dos, ubica al cruce como uno de los más atractivos de la instancia.
La eliminatoria comenzará en Oberá, porque “Tenis” tiene la ventaja de campo gracias al cuarto puesto de la fase regular. El primer juego será hoy a las 11.30 y el segundo, el lunes a las 21. La continuidad será en la ciudad de Buenos Aires (jueves 11 y sábado 13).
OTC comenzó la temporada con prudencia, planteándose -al menos en un principio- el objetivo de mejorar la actuación en la Liga anterior (NdR: ocupó el 8º puesto en la fase regular con record de 22 triunfos y 16 derrotas). Fue por un pasito más y lo consiguió. Ingresó directamente a los cuartos de final, en el 4º puesto, con una marca de 25-13. Es decir, independientemente del resultado que consiga en los playoffs, cumplió ampliamente las expectativas.
El grupo se transformó rápidamente en un equipo, encontró regularidad, los resultados fueron una consecuencia y así se mantuvo siempre en la conversación entre Instituto (campeón vigente), Quimsa (último finalista) y Gimnasia (Comodoro Rivadavia), siempre referentes al citar a los candidatos.
El mejor funcionamiento fue durante la primera parte de la fase regular (19 juegos), donde perdió solo cinco partidos (14-5).
Luego, como suele pasarles a los equipos en algún momento en la temporada -salvo Instituto-, padeció un bajón en el rendimiento a principio de marzo (a causa de algunas lesiones e irregularidad en el juego), donde solo ganó uno de cinco partidos.
Sin embargo, victorias en tres partidos consecutivos como local le permitieron recuperarse, salir rápido del pozo y enderezar la nave rumbo a la postemporada, concretada en el cierre con dos triunfos al hilo.
“Somos un equipo corto, pero aguerrido y duro defensivamente”, definió el base y capitán Nicolás De Los Santos. “Nos gusta el juego dinámico, correr, somos peligrosos en cancha abierta, pero también en ataque estacionado tenemos talentos como Mitchell, aunque en cada partido aparece una individualidad diferente y eso hace nos hace complicados de descifrar”, agregó como los principales argumentos para fundamentar lo que pasó pero también para la serie que llega.
El extranjero Mitchell (16,5 puntos de promedio y líder en rebotes con 9,5) y el tándem que conforman De Los Santos (4,4 asistencias) y Jonathan Maldonado (4,1 asistencias) en la media cancha, son esas individualidades que desequilibraron y se ganaron un lugar destacado en los principales apartados estadísticos de la fase regular.
Detrás de ese tridente, Torresi, Giorgetti, Carreras, Sandes, Córdoba y Konaszuk también apuntalan al grupo que con humildad y sacrificio maximizó la buena energía para ensamblar el talento individual hacia la construcción de un equipo que se volvió difícil para cualquier rival con la defensa como el rasgo distintivo y que ahora está frente al objetivo de dar otro paso.
Enfrente estará Boca, un equipo más ambicioso que como Instituto, Quimsa y Gimnasia, en base a un mayor presupuesto económico conformó un plantel con más variantes y mucha experiencia, para competir por el título.
Sin embargo, le costó la mitad de la fase regular poder encontrar el mejor funcionamiento y plasmar toda esa jerarquía individual y experiencia en la cancha para estar a la altura de las expectativas. En los primeros 19 juegos, mostró mucha irregularidad (ganó 11 y perdió 8). Recién en la segunda mitad, cambio de entrenador mediante -Carlos Duro, el primer asistente, ocupó el lugar que dejó Gonzalo García-, se empezó a ver la mejor versión del Xeneixe.
En los últimos cuatro meses, desde enero en adelante, Boca empezó a crecer y acumuló muchas más victorias que derrotas. En ese lapso, ganó 22 partidos y perdió solo cinco, contabilizando también los tres de la serie de la Reclasificación ante Peñarol (Mar del Plata).
Pero, ¿qué argumentos tiene Boca para respaldar esa racha y llegar a cuartos de final en un gran momento?. Tiene jugadores con mucha jerarquía, experiencia y muchos puntos en las manos. Se siente cómodo jugando a un goleo alto, aunque la defensa no es la principal característica del juego. “Si queremos competir con los de arriba, tenemos que seguir mejorando la defensa”, declaró el pivote Martín Leiva a la TV, luego del segundo triunfo sobre Peñarol.
Franco Balbi es un base con mucho talento y domina la Liga. De hecho, fue el líder en asistencias de la fase regular con 5,3 de promedio. El poderío ofensivo se apoya mucho en los tiros desde el perímetro, es decir que si el equipo tiene un buen juego desde atrás del arco, se vuelve complicado defenderlo. Y como ejemplo está el gran momento ofensivo que vive Leonel Schattmann (2º en la estadística de triples con 2,6 de promedio). Cuando se enciende, cuenta apagarlo.
Más allá de esos aspectos, por sobre todas las cosas Boca tiene mucha experiencia, jugadores (Balbi, Mata, Mainoldi, Leiva, Schattmann, Tucker) que ya jugaron muchas veces playoffs y ese es un aspecto que puede ser determinante en este momento del torneo.
Ahora bien, ¿estas fortalezas lo hacen a Boca favorito en la serie ante OTC?. Quizás algún apresurado podría pensar que sí. En cambio, es necesario ser cautos al respecto. Hay mucho respeto entre ambos, los dos parten con un 50 por ciento de posibilidades de ganar la eliminatoria, pero sobre todo hay que tener en cuenta que es un playoffs, donde cada juego es diferente, y los dos han dado sobradas muestras de poder competirle y ganarle al rival de turno.
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