Al Cuervo lo sentenció el gol de visitante que el conjunto brasileño le marcó en el Nuevo Gasómetro en la ida de las semifinales, donde igualaron 1-1. Porque al no poder meterla fuera de casa se quedó sin la posibilidad de disputar otra final internacional, ante un rival que se mostró sólido en la serie, pero que tampoco demostró demasiada jerarquía ni hizo méritos excesivos para quedarse con la llave.
En el partido de vuelta, la jugada más clara se dio en el primer tiempo, cuando Chapecoense casi se pone en ventaja, pero el gol que anotó fue invalidado por una posición adelantada muy finita. La ilusión de San Lorenzo se mantuvo intacta hasta el final del encuentro y casi lo gana en la última pelota, pero extrañó mucho la ausencia de Fernando Belluschi (suspendido por expulsión) y al igual que frente al Lobo no pudo ser.
Así, el humilde equipo brasileño se metió en la primera final internacional de su historia, y espera que Atlético Nacional de Medellín y Cerro Porteño diriman su serie para conocer a su rival (fue 1-1 en Paraguay). Además, otro que sufre la derrota del Cuervo es Independiente, ya que si el azulgrana ganaba la Sudamericana el Rojo hubiese clasificado para la Copa Libertadores del año que viene.