Nota de opinión: Una casta residual

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Las elecciones provinciales de Misiones dejaron heridas que siguen sangrando en Juntos por el Cambio. Las internas que impone el país central, con el PRO como jefe supremo de los partidos que integran la derrotada alianza opositora misionera, no paran de repetirse en cada rincón de la provincia.

Escribe Emilia Guevara, periodista (USAL) y maestrando en Gobierno (UBA).

Por un lado, Jorge Ratier Berrondo que evalúa ir como primer candidato a diputado nacional por el espacio de Javier Milei en Misiones y abandonar el partido amarillo por la intolerancia que le genera las duras internas y las peleas intestinas que trajo el macrismo a la Tierra Colorada.

En la UCR las cosas no están mucho mejor: las facturas que guardan los correligionarios para cobrarle al Diputado Nacional Martín Arjol, el padre de la derrota en las elecciones del 7 de mayo, se acumulan mientras ya piensan en la interna. No cierra la teoría que tenían hace unos meses de poder lograr todas las bancadas nacionales por “jugar” con un candidato que tenga chances de ser Presidente. A esto se le suma la posibilidad de que el principal lacayo de Arjol, Rodrigo De Arrechea, juegue por fuera del mandato de la Convención Provincial.

Para destacar, en 2019 Mauricio Macri eliminó la posibilidad de las “listas colectoras” y las candidaturas múltiples. Es decir que un candidato a Presidente no puede figurar en distintas listas que presenten aspirantes a otro cargo. En el caso de que Gerardo Morales, actual gobernador de Jujuy sea candidato a presidente, los radicales orgánicos deberán llevar la boleta en conjunto y sin posibilidades a acompañar un segundo candidato a Presidente. Se elimina, así, la posibilidad de acoplarse a la lista de Horacio Rodríguez Larreta que, de hecho, es el candidato que lleva Alfredo Schiavoni (salvo caso, y lo que es más probable, llegue un acuerdo entre Larreta y Morales que, de hacerse, deberá acelerar el cierre de filas entre Radicales y Pro).

Recordemos entonces que el 26 de febrero pasado, el órgano máximo de la UCR Misiones aprobó el mandato partidario para que Ariel “Pepe” Pianesi encabece la lista de senadores por el partido y, por su parte, Rodrigo De Arrechea sea el candidato a diputado nacional. Hasta ahí, todo está claro, lo difuso es el hecho de que este último, como su socio Martín Arjol rinde culto a Gustavo Valdés que al día de hoy sigue profundizando la interna con su par jujeño y presidente del partido nacional; además el correntino es más cercano a Patricia Bullrich y la interna crece ante la posibilidad de una formula Larreta – Morales. Pianesi se acoplaría a Horacio en un posible acuerdo con Schiavoni, mientras que De Arrechea debe respetar el mandato de su jefe político, el hacendado correntino, para enfilarse detrás de Bullrich y así alejarse de la decisión del partido provincial y repetir lo que quiere hacer Ratier Berrondo.

No es de extrañar la crisis interna crónica del partido centenario, pero se escucha a muchos correligionarios rezar para que De Arrechea decida jugar por fuera del radicalismo y así poder enfilarse hacia las elecciones internas del año que viene expulsando al arjolismo que, declaran, “es una casta familiar que hace mucho daño al partido”. El escenario que se aproxima es el mismo con una UCR enredada en internas que pocas respuestas llevan a los misioneros, amplificando así los efectos de la grieta nacional a una provincia que, por obra del Frente Renovador, ha logrado neutralizarla para avanzar en una agenda que hace foco en las necesidades e intereses de todos los misioneros.