Esta implementación forma parte de un plan integral de movilidad urbana que busca fomentar el uso de medios de transporte no contaminantes y disminuir la dependencia de ciclomotores y automóviles.
Estos espacios exclusivos para bicicletas no solo mejora la calidad del aire al reducir las emisiones de gases contaminantes, sino que también contribuye a la disminución de la congestión vehicular.
Hasta la fecha estas redes comprenden un total de 40 kilómetros, lo que permite a los ciclistas moverse de un punto a otro de la ciudad de manera rápida y segura, facilitando la circulación de los ciudadanos y brindando una opción más saludable y económica para desplazarse.