El consumo de carne vacuna en Argentina registró una caída histórica en los primeros siete meses del año, alcanzando el nivel más bajo en 26 años.
Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), entre enero y julio de 2024, el consumo por habitante se ubicó en 45,6 kilos anuales, lo que representa una disminución del 15,1% en comparación con el mismo período del año anterior. Este descenso se produjo en un contexto de aumento de los precios, aunque a un ritmo inferior al de la inflación general.
La producción de carne para el mercado interno también reflejó esta tendencia a la baja. El informe señaló que en los primeros siete meses del año se produjeron 1,248 millones de toneladas res con hueso, lo que significó una reducción del 14,1% respecto al mismo periodo del año pasado. Esta cifra equivale a 205.600 toneladas menos que en 2023, marcando un récord negativo en la historia reciente.
Miguel Schiariti, presidente de Ciccra, advirtió sobre las preocupaciones que rodean al sector, subrayando que “el desarrollo del consumo estará íntimamente ligado a la situación macroeconómica”. Asimismo explicó que si bien podría haber ligeros aumentos en los precios, estos no serán significativos debido a la presión que ejerce la caída del poder adquisitivo sobre los consumidores. Además, destacó que la industria enfrenta desafíos tanto en el mercado interno como en la exportación, pese al aumento de las ventas al exterior, las cuales se han visto beneficiadas por los bajos precios locales a pesar de la caída de los precios internacionales.
El informe de Ciccra también hizo hincapié en la paradoja de los precios. A pesar de la baja en el consumo, los precios de la carne vacuna han seguido subiendo, aunque a un ritmo menor que la inflación general. De acuerdo con los datos del Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA Indec), el rubro carnes y derivados tuvo una variación mensual del 1,7% en julio, la más baja entre los alimentos, mientras que la inflación general se ubicó en el 4%. Esto se debe, en parte, a la menor traslación de los aumentos de la hacienda en pie al precio final para los consumidores.
En cuanto a la faena, en julio de 2024 se registró una ligera recuperación mensual del 3,8%, alcanzando 1,25 millones de cabezas. No obstante, comparado con el mismo mes del año anterior, hubo una caída del 3,1%. La reducción en la faena de hembras fue notable, con un descenso del 4,4% respecto al año pasado, lo que reflejó la menor participación de este grupo en la faena total.
Por otro lado, las exportaciones de carne vacuna sumaron 530.600 toneladas res con hueso en lo que va del año, con un promedio mensual de 76.000 toneladas. Aunque la exportación ha crecido, Schiariti enfatizó la necesidad de aumentar el consumo tanto interno como externo para mantener el equilibrio del sector.
