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La actividad económica cayó en febrero 2,2%, según las cifras del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) difundidas este martes por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Es el descenso más grande desde octubre del año pasado, cuando marcó una baja de 4,9%. En ese marco, el director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiain, dialogó con ámbito.com, sostuvo que el repunte que se dio en enero fue “atípico” y que la proyección de crecimiento que hace para 2017 es del 1%.
Periodista: ¿Cuáles cree que fueron las razones por la que se registró una caída en la actividad económica en febrero?
A.A: El mes pasado se había dado una cuestión atípica. A nivel industrial había habido un repunte en la producción de autos de un 70%, algo inexplicable. Ese dato se acomodó en febrero y la caída de la industria en febrero fue más acorde a la actual situación. Por otra parte, el comercio también había dado inexplicablemente un repunte en enero cuando los mismos indicadores del INDEC de ventas en supermercados y shoppings daban una caída muy fuerte. En ese sentido, nosotros habíamos anticipado que el repunte de enero nos parecía, como se dice en la jerga económica de la bolsa, “el rebote de un gato muerto”.
P.: ¿Pone en cuestionamiento las estadísticas?
A.A.: A uno le cuesta creer algunas cosas pero puede haber explicaciones. En comercio es difícil la explicación del repunte en enero aunque en las cuestiones estadísticas siempre pasan estas cosas por lo que uno espera a tener información de varios meses para analizar. Sin embargo, no tengo fundamentos para cuestionarlas.
P.: ¿A partir del dato de actividad económica de febrero, se puede establecer un recalculo del crecimiento para 2017?
A.A.: Desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz venimos diciendo que tenemos un pronóstico para la totalidad del año del 1%. Pero el Gobierno y muchas consultoras están jugando a que va a haber un crecimiento del 3,5%.
P.: ¿Qué cálculo hacen para el dato de la actividad económica de marzo?
A.A.: En el primer trimestre la actividad económica va a dar negativo. Va a recuperarse en un poco para el segundo y tercer trimestre pero volverá a caer en el cuarto, post elecciones. Asimismo, la industria puede seguir cayendo aunque puede haber una mejora en la construcción. Por los despachos de cemento de febrero creemos que puede haber un repunte desde ese lado dado que el Gobierno está lanzando la obra pública de cara a las elecciones legislativas.
P.: ¿Pueden los nuevos salarios hacer despegar el consumo?
A.A.: La posición tan dura del Gobierno lo dificulta, pero un aumento en paritarias, sea el que sea, es algo. En el segundo y tercer trimestre va a levantar el consumo pero la industria va a seguir afectada porque este modelo es anti industrial, con políticas de apertura de importaciones.
P.: ¿Qué cálculos hacen del porcentaje de inflación para 2017?
A.A.: La inflación vemos que puede llegar al 23 o 24% hasta las elecciones. Creemos que va a haber un reajuste del dólar y de las tarifas a fin de año y que para diciembre va a estar en el 30, 32%.
P.: ¿Hubo un aflojamiento por parte del Banco Central en la política monetaria que hizo que perdiera un poco el control de la inflación?
A.A.: No, porque nosotros no creemos que la inflación tenga que ver con la política monetaria del Banco Central. Estamos viendo un modelo donde hay una inflación impulsada por movimientos inerciales y por el acomodamiento de precios relativos, léase aumento de tarifas, entre otras cosas y después tenemos un modelo donde la política monetaria reacciona ante eso subiendo y bajando la tasa de interés buscando vaya a saber qué efecto. Primero hay inflación y después salen a bajar las tasas.
P.: ¿Cuál sería el mecanismo correcto para bajar la inflación?
A.A.: El mecanismo correcto para bajar la inflación en Argentina es ir a un acuerdo social para frenar esas pujas distributivas y hacer un reordenamiento de la política cambiaria y de tarifas.
P.: ¿Crees que es necesario hacer una reforma fiscal en Argentina para atraer inversiones y reactivar la economía?
A.A.: Lo que hay es un diseño de modelo de país a favor de las materias primas y en contra del mercado interno y de la producción industrial que se traduce en una política que genera eso y después lo induce para tratar de ser competitivos en contra de la misma política que encarece los costos que induce a toda una agenda de regulación de mercado laboral y reducción de impuestos. Es un camino errado. Yo creo que si el país va a intentar ser una plataforma de exportación en un mundo que se está cerrando y con la ubicación geográfica de Argentina que no sirve de plataforma para acercar nada a nadie, entonces nos vamos a dar la cabeza contra la pared. Hay que tener menos dogmatismo y un poco más de pragmatismo para ver nuestro modelo de desarrollo. Hay que ubicarse geográfica y socialmente.
P.: ¿Es necesario achicar el gasto público?
A.A.: Aumentó el déficit no porque se haya incrementado el gasto sino porque se redujeron los impuestos y por otro lado te genera una recesión económica. Me refiero a los impuestos al campo, la baja a viene personales, en el mínimo de Ganancias que generaron una baja en la recaudación que junto con la caída de la actividad económica terminó deprimiendo la recaudación. Mientras, se aumenta el gasto público porque este modelo no está induciendo a la actividad privada sino lo contrario. El Estado sale a gasta para tratar de que la situación no sea insostenible. Es lo que estamos viendo con la obra pública, con el empleo público, pese al discurso oficial y con los planes sociales que también crecieron.
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